EP
Furgón de cola

Ganas de reconciliar

El rey emérito llega esta vez desde Emiratos con una novedad editorial debajo del brazo

El rey emérito llegó a Vitoria, donde, como es costumbre, visitó a su traumatólogo de confianza. Lo que hace a continuación el rey emérito cuando ... viaja últimamente a España es irse a Sanxenxo y ganar allí una copa mundial de vela. El traumatólogo es buenísimo, no cabe la menor duda. Lo buenos que lleguen a ser los participantes en el campeonato de vela no queda en cambio tan claro porque hay un hombre de ochenta y siete años que no deja de ganarles copas del mundo. Esta vez la visita trae una novedad. Una novedad editorial. Juan Carlos I le ha confiado a una periodista francesa la redacción de un volumen memorialístico que sería la continuación del libro aquel de Villalonga que estaba en todas las casas y ahora está en todos los saldos. Se titula 'Reconciliación', se publica en Francia y promete emociones fuertes por el lado de Corinna, Botsuana, Hacienda y Abu Dabi. Su autora se llama Laurence Debray. Ojalá se hubiese animado Houellebecq.

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Como suele pasar en estos casos, los adelantos editoriales rebajan las expectativas y exprimen los contenidos. Las biografías autorizadas son siempre una ficción blanda. Lo de irse de España el rey emérito no lo explica por el detalle aquel del jefe del Estado defraudando al Estado sino como un servicio a la Corona. Y lo de elegir Abu Dabi como el reconocimiento a una sociedad en la que los periodistas españoles terminan en la cárcel a gran velocidad. Da la sensación de que Juan Carlos I admite sus errores para comprenderlos a continuación. Mientras no deja de señalar lo injusto de su situación. Lo de sacar un libro lo explica porque los hijos y nietos de sus amigos no saben nada de Franco y la Transición. A ese respecto, ha sorprendido algún pasaje en el que el dictador aparece como un hombre bondadoso y partidario de la apertura democrática. Teniendo en cuenta el pendulazo que se está dando en la juventud española, los nietos de los amigos del rey emérito deben de estar ahora mismo afectadísimos, buscando una foto del general Mola para poner en Twitter. 'Reconciliación' se publica en diciembre en España. Todavía es el único acto del 'Año Franco' que obtiene algo de eco. La colaboración postrera de Juan Carlos I en la estabilidad del reinado de su hijo es asombrosamente mejorable.

Senado

Pista central

De la comparecencia de Pedro Sánchez en la comisión del Senado sobre el 'caso Koldo' se extraen dos conclusiones. Una es que la urgencia con la que nuestros senadores requieren de apoyo logopédico es dramática. La otra -y en el PP parecían esperar bastante más de lo de poder interrogar a Sánchez- es que el presidente usa gafas. Son unas gafas enormes y ochenteras que todo análisis serio debe relacionar con las de Antonio Díaz-Miguel. Eso explica que ayer el presidente les hiciese a sus interlocutores una variación del corte UCLA consistente en aburrirles, provocarles, reírse y dejarles que fuesen ellos mismos para espeluzno de los espectadores desprevenidos. La sesión fue difícil de soportar. Una 'snuff movie' de la mediocridad. A Sánchez apenas consiguieron ponerle en apuros el portavoz de Junts y el de Coalición Canaria. El portavoz del PP, del que llegó a hablarse como un interrogador implacable, resultó ser uno cómico. Por el lado institucional, el presidente del Gobierno que la víspera le había explicado a la Cámara Baja por qué no tocaba que le controlase el Legislativo, se refirió ayer a una comisión en la Cámara Alta como «un circo». Lo hizo varias veces porque lo llevaba, como el corte UCLA, preparado.

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