Firmas y pancartas
8-M ·
Celebrando el Día de la Mujer, Ayuso pregunta por el Día del HombreQue el de ayer fue el primer 8-M en años desconectado del alto voltaje de la agenda política lo demuestra que antes de las ... manifestaciones el protagonismo del día se lo repartiesen Macron, Susana Díaz y el Sporting de Gijón. El presidente francés recuperó lo de incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y el equipo de Gijón lanzó un vídeo en el que una niña pintaba las líneas del Molinón y aprovechaba el círculo central para completar el símbolo del género femenino. El problema fue que en los planos iniciales la niña barría el césped. Y el tribunal tuitero olió sangre. ¡La han puesto a limpiar! No se les afeó el afán saneador a las impulsoras de una recogida de firmas en el PSOE para expulsar del partido a todo cargo público que «solicite, acepte u obtenga un acto sexual de una persona a cambio de una remuneración o beneficio del tipo que sea». Se entiende que la iniciativa se refiere a la prostitución porque elevar el código de conducta a la literalidad del manifiesto sería digno de verse. Entre las impulsoras, Amelia Valcárcel, Matilde Fernández, Adriana Lastra o Susana Díaz, que destaca como antigua némesis de Pedro Sánchez justo ahora que el partido se enfrenta a un caso de corrupción que lleva el nombre de un militante que antes de chófer ministerial fue portero de 'night club'.
Demostrando que no hay océano capaz de separarles, lo que hizo ayer Pedro Sánchez fue entrar desde Chile al trapo de Isabel Díaz Ayuso, que preguntó cuándo es el Día del Hombre en la celebración del Día de la Mujer. Dejando a un lado que el Día del Hombre es el 19 de noviembre, lo de la presidenta no fue tanto una memez como un cálculo electoral que se adapta como un guante a las mismas encuestas que obligaron al PSOE a dejar a Irene Montero «silenciada en un rincón». Así definió la exministra de Igualdad la situación del feminismo sin ella en el ministerio. Lo hizo antes de irse a la manifestación que en Madrid acogió a la actual ministra de Igualdad e incluso a Yolanda Díaz, transformándose así la marcha en oficial y sus primeras filas en una tragedia política de Shakespeare.
EE UU
Dos pelos y un destino
Contundente, vigoroso, fuerte, ardiente… Este año en EE UU del discurso del Estado de la Unión parecen haberse ocupado los analistas deportivos. O los de cine porno. Las crónicas coinciden en que Biden dio un discurso de más de una hora y salió a por todas. Antes que las ideas, al presidente se le valora el tono vital. Él intenta darle la vuelta señalando a Trump: el peligro consiste en que sean viejas las ideas. Pero Trump no tiene ideas viejas. Sus ideas son más bien nunca vistas. Quería curar el covid inyectando desinfectante en los pulmones de la gente y golpeando los cuerpos con «una luz tremenda». El jueves, mientras Biden daba su discurso, Trump lo comentaba en redes. «Está enfadado y loco», por ejemplo. «Tiene el pelo mejor por delante que por detrás». Puede que la carrera electoral consista en dos hombres en torno a los ochenta años compitiendo en asuntos capilares. Pues gana Biden. Hace unos años, el presidente se enredó en una de sus famosas historias incomprensibles y explicó que él tiene las piernas peludas, que el pelo se le vuelve rubio con el sol y que a cuenta de eso tuvo un lío en una piscina con el líder de una pandilla apodado 'Pop Corn'.
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