Espejo argentino
Madrid ·
Milei llega a España y aterriza el avión oficial en el centro de la política nacionalJavier Milei, campeón de la libertad, llegó a Madrid, tierra de la libertad, para participar en la 'cena de la libertad'. Antes recibió de manos ... de Ayuso una medalla internacional y autonómica en un acto en el que el argentino esta vez no gritó su argumento más elaborado: «¡Viva la libertad, carajo!» El viaje de Milei no era oficial. O sea, que recibió en la Casa de Correos una distinción como presidente de Argentina a título particular. Lo hizo tras volar a Madrid en el 'ARG 01', avión que no tiene un nombre tan bonito como el 'Tango 01' de Menem, y con un séquito en el que solo faltaron dos granaderos a caballo del regimiento San Martín.
Lo mejor de ser presidente de Argentina debe de ser el tiempo libre: puedes viajar mucho. Lo mejor de ser Ayuso debe de ser poder organizar un acto como el de ayer y hacer, no ya que presides el PP, sino que presides la nación. La entrega de la medalla a Milei fue una cumbre internacional trucha que explicó lo que la presidenta madrileña le soltó la víspera a Eduardo Feinmann en la radio argentina: «Las democracias liberales tenemos que hablar entre nosotros».
¿Y qué dijo Milei? Pues poca cosa, citas de Hayek y una única referencia a Pedro Sánchez. Pero dio igual porque el lío es interno y estaba formado. Milei lo mismo le sirve a Ayuso para disputarle a Sánchez La Moncloa que para disputarle a Feijóo (y a Vox) la autoridad. Mientras el Gobierno aviva el enfrentamiento para poner entre Ayuso y la pared a Feijóo, el único gallego, o sea, 'gashego' en esta historia delirante. Mientras tanto, Irene Montero le pide a Von der Leyen que actúe porque Milei «le ha declarado la guerra al derecho a la vida» y Victoria Villarroel, vicepresidenta del país hermano, contesta a Montero que en Argentina quieren a los delincuentes en la cárcel, «especialmente a los violadores». La mímesis es fascinante. Argentina funciona ya como un espejo. Lo demuestra el modo en que la política española ha conseguido atraer de un modo gravitacional y funesto una figura como la de Milei que hace no tanto se habría limitado a llamarnos la atención desde un lugar sensato: las afueras de lo extravagante.
Belorado
Burofax cismático
Un burofax al obispado. Es el método elegido por las monjas de Belorado para confirmar que abandonan lo que ellas llaman desde el mes pasado «la Iglesia conciliar» y describen a veces como «infeccionado de herejía». La tecnología, menuda maravilla. Lutero tuvo que clavar sus tesis en la puerta de la iglesia de Wittenberg. A la abadesa de Belorado le habrá bastado en cambio con ir a Correos y preguntar por la ventanilla de los burofaxes cismáticos. Destinatario: el obispo Iceta, que dejaría Bilbao pensando que Burgos sería un destino tranquilo. Con la Iglesia, las monjas abandonan la jurisdicción del derecho canónico, lo que sitúa el pleito inmobiliario que hay detrás de este sainete en los juzgados comunes. A través de Instagram (¡más tecnología!), las monjas de Belorado se mostraron ayer dispuestas a resistirlo todo intramuros del convento, desde los «bloqueos de suministros» hasta la muerte misma. Eso lo debió escribir, como todo, el obispo don Pablo, tan falso y preconciliar, que será también nostálgico del episodio del Alcázar de Toledo y estará dispuesto a reproducirlo, pero no en persona sino con la intermediación de unas religiosas entradas en años. Iceta, las monjitas no se rinden.
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