Democracia y acción
España ·
Llega la regeneración que surgió de los cinco días de retiro presidencialUstedes no se acordarán porque pasó en abril, pero Pedro Sánchez tuvo que irse durante cinco días y cinco noches a reflexionar y tal vez ... a ayunar («he dormido muy poco y he comido menos», reconocería después) para traernos de su retiro la regeneración democrática por el lado del fango y los medios de comunicación. Como hasta lo revelado implica burocracia, ayer el plan de regeneración del presidente se aprobó en el Consejo de Ministros. La portavoz Alegría anunció después con gran seriedad que un adjetivo define el proyecto. A continuación soltó un sustantivo -«transparencia»-, pero puede que no por desinformar, sino porque la situación es grave y la defensa de la democracia se impone a la de la gramática, incluso ostentando la portavoz, de todos los ministerios posibles, justo el de Educación.
Plan de acción por la democracia. Así se llama la cosa. ¿En qué consiste? Pues es un batiburrillo que mezcla lo idóneo con lo tramposo y lo obvio con lo inquietante, mientras hace pensar en otra aparatosa distracción de los escándalos que rodean al presidente. Lo que no se sabe es cómo va a salir adelante. El plan incluye hasta la reforma del Código Penal y el Gobierno dispone de una mayoría parlamentaria exigua e inestable. Para apoyar la regeneración mediática y el resto de cosas, los socios de Podemos ya exigían ayer cuotas de antena y la declaración de bienes de Ferreras. E imaginen los chantajes que prepararán Esquerra y Junts -los partidos que hicieron del 'procés' una cima deontológica de la información- o las exigencias éticas que puede imponer el diputado fugitivo Ábalos, tan conocido por su estricto sentido moral en el desempeño público. La buena noticia es por supuesto que, si el plan pincha, el Gobierno puede actuar unilateralmente. Nada le impide extirpar los bulos de sus argumentarios, utilizar el Parlamento para defender proyectos y no para fiscalizar a la oposición, aceptar las preguntas de los periodistas e incluso responderlas o aclarar con todo detalle (¡transparencia es el adjetivo!) lo acordado entre bambalinas con Esquerra respecto a la financiación catalana.
Francia
Lo imperdonable
Al final Dominique Pélicot compareció ante el tribunal que lo juzga por haber drogado a su mujer durante una década para que la violasen decenas de sujetos. «Lamento lo que hice aunque sea imperdonable», declaró el hombre, consiguiendo al menos decir la verdad en la segunda parte de la frase. Tras reconocer los hechos espantosos, el interés de Pélicot parece consistir en que el resto de los acusados sean considerados tan violadores como él, lo que tiene toda la pinta de ser también cierto. El juicio reúne a cincuenta agresores y hay entre ellos quien apuesta por hacerle creer al juez que reconocía la sedación como una forma de consentimiento. Y aún así solo es Dominique Pélicot quien utilizó como un trofeo inanimado a compartir por Internet a la mujer con la que estuvo casado cincuenta años y con quien tuvo tres hijos. Como es habitual entre los manipuladores, el hombre apostó ayer en su declaración por el victimismo. Gisele, ya su exmujer, ha apostado en cambio desde el comienzo del proceso por una mezcla asombrosa de valentía y dignidad. Impresiona verla. No puede ni siquiera rozarle la vergüenza. Se acumula toda, en cantidades inimaginables, sobre los acusados.
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