Ciudadano Pericles
21-A ·
Los parlamentos nos salen mal, pero los sorteos nos salen inmejorablesLa jornada electoral volvió a confirmar que la política es complicada. Si al ciudadano le cuesta saber a qué candidato votar, a los candidatos también ... les cuesta, cada vez más, votarse a sí mismos. Pello Otxandiano, sin ir más lejos. Es ingeniero de Telecomunicaciones, o sea, alguien capaz de abordar la resolución analítica de complejos problemas de estimación y decisión. Pues ayer, a la hora de votar, no conseguía averiguar en qué bolsillo llevaba el DNI. Ese, el del carné, fue un desafío que Alba García resolvió en cambio muy bien, siendo el sobre con la papeleta lo que a ella se le olvidó. Se dio cuenta en la mesa electoral, justo donde Miren Gorrotxategi descubrió que no estaba en la mesa correcta. La candidata de Podemos comenzó entonces a recorrer su colegio y tardó veinte minutos en encontrar dónde votar, llegando a advertir que ella, Gorrotxategi, era oficialmente Gorrochategui, no fuese a morir la democracia en Durango por una cuestión ortográfica. Frente a los candidatos y sus dificultades, como frente a todos nosotros, había ayer unos ciudadanos elegidos por sorteo ocupándose de todo, de cada papeleta sagrada y de cada incidencia repentina. Lo hacían con gran cortesía y con una mezcla casi tangible de eficacia y autoridad. La política es complicada pero nuestras jornadas electorales son ejemplares: un mecanismo ordenado, cordial, transparente. Estamos acostumbrados, pero es un prodigio. Y se concreta en el modo en que esos ciudadanos se transforman en legatarios de la dignidad colectiva. Son el vecino o la vecina del quinto, maldijeron su suerte cuando les tocó presidir la mesa, pero de pronto actúan con la sabiduría y el empaque de quien las clases de democracia las tomó con Solón y Pericles. Saliéndonos tan bien los sorteos y tan mal los parlamentos, asombra que no haya más voces a favor de la lotocracia, de la elección de cargos públicos al azar. Como en Atenas. La diferencia parece enorme, pero en esencia no es tanta, piénsenlo: igual que a veces te toca mesa para el domingo, te tocaría escaño, o consejería de Interior, para los próximos cuatro años.
Israel
Armados y religiosos
Salta el rumor de que Estados Unidos investiga al batallón ultraortodoxo Netzah Yehuda por actos contrarios a los derechos humanos y Netanyahu reacciona al instante, «con todas sus fuerzas», rechazando una posible sanción a unos soldados a los que se relaciona desde hace años con torturas y ejecuciones extrajudiciales. El movimiento es significativo. Si Estados Unidos sostiene la capacidad militar israelí, los ultraortodoxos a Netanyahu le sostienen en el Gobierno. La mayoría de ellos no combaten porque están estudiando la Torá y la minoría que sí lo hace en el Netzah Yehuda parece tener en contra incluso a Antony Blinken por acciones brutales cometidas en Cisjordania antes del 7 de octubre. En términos generales, siempre es mucho peor que el que tiene un arma tenga además opiniones fuertes sobre su propia inmortalidad y sobre los pecados que los demás deben expiar. El escritor israelí Etgar Keret, un humorista rodeado por la ausencia de humor que tiene él mismo una hermana ultraortodoxa, identificaba hace unos días el callejón sin salida hacia el que se avanza en Gaza en el «alineamiento total entre Hamás y la derecha mesiánica que marca la agenda en el Gobierno de Netanyahu».
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