Camino del infarto

Quedará para la historia del parlamentarismo que ayer Ramón Tamames le ofreció una cafinitrina a Patxi López al verlo «camino del infarto» por el modo en que gritaba desde la tribuna. Más difícil será que pase a la historia el propio Tamames. Cuesta verle el virtuosismo a su actuación confusa de estos días. Para hacerlo, hay que obviar lo evidente: siendo un insigne catedrático de Estructura Económica, ni siquiera consiguió darle al Gobierno una lección de economía.

A mí me parece -y esto explica lo de Sánchez Dragó- que el triunfo de Tamames ha sido lisérgico: mantener durante dos días la vida política española fuera de la realidad. El regreso del 'trip' siempre es traumático y ahora nos toca asistir a lo que va a hacer Pablo Iglesias con el ticket famoso de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. ¿Alguien sabe por qué Vistalegre vamos? Cuando eso estalle, nos acordaremos de lo bien que lo pasamos en la moción de censura. Por ejemplo, cuando Gabriel Rufián demostró su familiaridad con el mundo clásico: «En Roma hubo un senador, yo creo que de los mejores senadores, tan bueno que ha pasado a la historia, un senador muy sabio, un gran orador, Catón el Viejo, le llamaban así…» Nota para el realizador de la señal del Parlamento. Maestro, en la peli de Luigi Magni el papel de Catón lo hacía Vittorio Gassman. Moreno, delgado, con barba. Si no encuentras nada mejor, tú enchufa a Rafa Mayoral.

Alfredo De Miguel y Miguel Tellería piden el indulto. El segundo alega motivos de salud. A favor del indulto del primero, su defensa presenta testimonios de particulares y asociaciones que dan fe de su generosidad e incluso de su honestidad. Que si fue voluntario en una ONG, que si en la pandemia trabajó en Hazi para garantizar el pescado. Las peticiones de indulto serán siempre así: al Ministerio de Justicia le costará no mandar a vuelta de correo una condecoración. El indulto es por su parte una medida de otra época. La política moderna hoy lo que hace es cambiarte 'ad hoc' el Código Penal. Si eres, claro, el reo adecuado. Ahora se dará cuenta el PNV de que, en una de esas negociaciones presupuestarias, tenía que haberle conseguido a una cofradía penitencial vasca el superpoder de indultar presos en Semana Santa. Podría hacerse como en Andalucía o en Castilla, pero en casa, con el toque diferencial.

Trump anunció que le detenían el martes y ayer seguíamos esperando. Verán cómo eso le da la razón una vez más a Trump: los medios mienten y nadie se atreve a detener al presidente más querido de la historia. Mientras tanto, ayer comenzaron a circular imágenes realistas y dramáticas de la detención del expresidente. Estaban generadas con inteligencia artificial. Y con la calma habitual comenzó a decretarse el fin de la realidad existente. Porque, como se sabe, hasta ahora la humanidad no podía manipular imágenes ni fabricar noticias falsas.