Basura y sermones
Catorce años después, 'Sálvame' desaparecerá en junio de la parrilla de Telecinco
Cambia la estructura profunda de la vida española: Ana Rosa ocupará la próxima temporada las tardes de Telecinco y 'Sálvame' desaparece. Adiós por tanto a ... la tertulia eterna, estridente y autorreferencial centrada en famoseo y bajas ficciones. Y adiós a sus pobladores histriónicos, cada vez más inencontrables bajo el bótox. Avisan los científicos de que vivimos tiempos imprevisibles, pero sinceramente no pensaba que el Antropoceno llegaría tan lejos. Catorce años después, se extingue 'Sálvame' y Pablo Iglesias explica los divismos de Jorge Javier con la intensidad estratégica con la que Marx explicó la filosofía del derecho de Hegel. Yo no lo recuerdo, pero imagino que la indignación fundacional lo reivindicaría con fuerza en las plazas del 15-M: «¡Lleguemos al poder para centrarnos sobre todo en Rociito!».
Ahora parece discutirse si 'Sálvame' fue telebasura o vanguardia artística. Como si no pudiese ser ambas cosas a la vez. Y varias veces al día, al acumular tantas horas de emisión. Ayer por la tarde yo puse un rato el programa porque también hay un periodismo que afronta el peligro, así, a pecho descubierto. Y, bueno, estaba en el plató una especie de adonis de gimnasio explicando algo sobre unas fotos secretas, creo que por el lado pornográfico, de una ex que parecía haber acusado a su vez a su propia madre de haberla maltratado de algún modo terrible cuando era niña. «Lo mejor está por venir, la caja de Pandora, lo que viene…», cebaba ufano y maligno un reportero destacado por lo que sea en una isla. A la espera de que Gabriel Rufián me explique lo que eso significaba en términos antifascistas, me pareció más o menos lo de siempre: una comedia moral interpretada en la trastienda de un burdel. Un espectáculo, por tanto, fascinante y envilecedor. Un pasatiempo adictivo para adultos. Cabe pensar que 'Sálvame' no ha podido soportar lo insoportable: que sean precisamente los que se dedican a ese comercio humano los que ahora dan sermones. Después los presentadores y los tertulianos se fueron ayer a un cuarto de revelado para que les mostrasen solo a ellos unas fotos que demostraban «el pasado más polémico» de la ex anteriormente citada. Sucedería, imagino, por motivos relacionados con la dignidad de la mujer.
País Vasco
Cuesta abajo
Era difícil, pero la demografía en el País Vasco se hunde todavía más. El año pasado nacieron menos de 14.000 niños. Y sucedió con medidas para aumentar la natalidad ya en marcha. En 2018 el Gobierno vasco, las diputaciones y Eudel firmaron por ejemplo el Pacto por la Familia alarmados porque el año anterior habían nacido solo 17.000 niños. Pues tres mil menos en cinco años. Los expertos señalan que las ayudas pueden venir bien, pero el problema es estructural y necesita soluciones estructurales. Por ejemplo, estabilidad laboral, vivienda, salarios y conciliación. Como eso es lo de siempre, a mí se me ocurre que los pensionistas, grupo electoral de importancia absoluta y aun así creciente, podrían manifestarse exigiendo más nietos. O que todas las jóvenes parejas vascas sean cargos electos durante un par de legislaturas. Tengo observado que el concejal y el parlamentario suelen ser entre nosotros proclives a la procreación.
Madrid
Primer premio
Hay polémica porque en la Carrera de la Mujer de Madrid se obsequió a la ganadora con una Thermomix. A las siguientes clasificadas les regalaron productos 0%. La organización explica que son obsequios que aportan sus patrocinadores y se disculpa si han incurrido en estereotipos sexistas. En mi opinión, es sencillo aplicar una correcta perspectiva de género a la hora del obsequio y saber que aciertas siempre. Da igual que la ocasión sea deportiva, académica, artística o sentimental. Hay que regalar siempre un jamón. Mano de santo.
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