Ajustes de cuentas
PGE ·
El apoyo de Podemos a los Presupuestos tiene condiciones: Israel y alquileresEntre los métodos que perfeccionan las dirigencias de los partidos para transformar su posición en un fortín, ninguna como la consulta al militante. Con la ... honrosa excepción de la CUP, cuyas consultas pueden resultar imprevisibles como encender un puro en una pirotecnia, los partidos lo que hacen es darle voz a las bases para que expresen libremente su respaldo masivo a la posición del aparato. Para asegurar la respuesta, basta por lo general con hacer algo muy sencillo: controlar la pregunta.
Ahora Podemos -formación que llegó a consultar a sus inscritos (70% a favor) sobre un chalé comprado por su secretario general y su portavoz parlamentaria- le pregunta a su gente -que son, como se sabe, «la gente»- si sus cuatro votos imprescindibles para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado deben depender de dos condiciones: ruptura de relaciones diplomáticas con Israel y rebaja por ley de los alquileres en un 40%. Son dos asuntos que no tienen que ver entre sí, que no se sabe cuánto tienen de realizable y que, sobre todo, no tienen que ver con el presupuesto público de un país. El movimiento es en realidad un órdago destinado a reforzar esa idea de que Podemos sí «le dobla el brazo» a Pedro Sánchez, no como los de Sumar, que son unos vendidos. Hace tres años pensamos que Pablo Iglesias abandonaba voluntariamente la vicepresidencia del Gobierno porque se aburría, pero puede que nos equivocásemos y lo hiciese por no arrancarle de cuajo el brazo al presidente.
Si se fijan, las negociaciones de los Presupuestos pueden ser, más que secretas, clandestinas, o transcurrir a base de amenazas públicas, pero lo que nunca tendrán ya es una mínima relación con las partidas presupuestarias. Desde ayer en España la construcción de una carretera en Segovia puede depender de Netanyahu. Se habla mucho de Junts, pero, entre los apoyos parlamentarios del Gobierno, igual es Podemos quien tiene más incentivos para que todo salte por los aires. Por ejemplo, que el estallido se lleve por delante a Sumar. Y quede así sitio libre para resituarse rebosando pureza en el espacio de la izquierda ante la fiesta -¿no oyen hablar de pronto del 15-M?- de un hipotético Gobierno de derechas.
Ambulancias
Salir urgentemente
El Gobierno vasco tiene un plan de emergencia para las ambulancias. Parece lógico, por la naturaleza urgente del sector, pero es más bien un lío interminable. El plan servirá para actuar rápido con una nueva licitación cuando la empresa que actualmente gestiona el transporte sanitario no urgente comunique oficialmente que lo deja. Es algo de lo que informó este periódico hace semanas y que a la consejería de Salud parece haberle llegado ya de modo informal. Hoy el Gobierno vasco ha organizado una reunión para exigirle a la compañía claridad. Un poco como si fuesen novios. ¿Pero tú vas en serio conmigo o es cierto eso que dicen por ahí? A la empresa que nos lleva las ambulancias hay que reconocerle una cierta coherencia: no parece capaz de irse en condiciones y tampoco era capaz de llegar en condiciones, por ejemplo cuando uno estaba esperándoles con el alta hospitalaria. Cinco mil pacientes esperando más de tres horas en seis meses. Solo en Bizkaia. Si a eso se le suma la incapacidad para pagar las nóminas, se entiende que entre los profesionales y el propio Gobierno vasco se dé el fenómeno contraintuitivo: pensar que todo va a ir bien ahora que la ambulancia se las pira.
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