Las elecciones vascas del 5 de abril se aplazaron mediante una decisión consensuada por todas las formaciones políticas. En una reunión presencial en Lehendakaritza, todos ... los partidos políticos ofrecieron una visión compartida sobre la imposibilidad de celebrar unas elecciones en el contexto de la emergencia sanitaria que se activó en las primeras semanas de marzo.
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El lehendakari agradeció a los partidos de la oposición su altura de miras y tono constructivo en aquel momento. Avisó de su intención de volver a colocar las urnas lo antes posible. Y situó en la argumentación sanitaria, la mitigación de la pandemia, el criterio que marcaría la concreción de esa fecha indefinida. También dijo que volvería a llamar a todas las formaciones políticas para que la nueva fecha fuera también consensuada.
La relevancia del consenso apareció por escrito en el comunicado conjunto que emitieron gobierno y partidos de la oposición en el que se obligaba a escuchar al resto de las formaciones políticas antes de tomar la decisión final. Esta escucha sucederá formalmente este jueves en una reunión con todos los partidos. La ciudadanía no está para elecciones ni para la confrontación política inevitable. Es verdad que todavía nos movemos con un alto nivel de incertidumbre sanitaria, social y económica que nos impide saber cómo serán junio, julio, agosto o septiembre. Solo podemos intuir por la información que tenemos que en ningún mes aparecerá la antigua normalidad de la fiesta dominical de la democracia.
Por eso es importante que la audición de los partidos no sea una mera formalidad para decretar unilateralmente las elecciones. Los partidos, que no son lo mismo que las instituciones, tienen tiempo suficiente para trabajar una decisión compartida. Pueden dedicar su tiempo, que ahora es mucho, en buscar puntos de acuerdo, en deliberar, en argumentar, en trabajar juntos en buscar una fecha compartida.
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Los que quieren julio pueden esperar una semana más para intentar convencer a los que no lo tienen claro. No es tiempo de certezas, es tiempo de transmitir confianza y respeto a los que se están jugando la vida para cuidarnos y a los que están renunciando a su forma de vida para contener la pandemia. Por respeto a los ciudadanos, vale la pena que trabajen estos días con altura de miras y con tono constructivo en la búsqueda de un acuerdo que no decepcione a los ciudadanos.
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