Geometría del caos
Furgón de cola ·
Lo de la nueva política y las coaliciones funciona: la batalla de Murcia es ya una guerra mundialPablo Martínez Zarracina
Sábado, 13 de marzo 2021, 00:27
Teodoro García Egea está en Murcia. No doy el dato solo por motivos historiográficos, sino también por motivos prácticos. Quizás en Semana Santa podamos utilizarlo ... para viajar al Mar Menor. «Me muevo, agente, por motivos relacionados con la conspiración». Una vez en Murcia, qué intensa eres, lo que ha hecho García Egea es convencer a tres de los diputados de Ciudadanos en la Asamblea para que no apoyen a su partido en la moción de censura contra el popular López Miras. Imagino que lo ha conseguido exponiendo las virtudes del centro conservador y reformista y citando a Disraeli, por el lado político, y a Russell Kirk por el lado moral. De los tres diputados de Ciudadanos que se desdicen de lo que firmaron hace tres días, una conserva la vicepresidencia de la región y los otros dos entran al Gobierno. A García Egea tú le comprendes bien lo de Disraeli y él te lanza una consejería como se le lanzan las sardinas a las focas.
La reconquista murciana del PP ha escandalizado al PSOE. Imagínense a Adriana Lastra. Hubo que reanimarla con las sales. En el entorno de Pedro Sánchez, la incredulidad fue también enorme: nadie en Moncloa estaba al tanto de que la intriga y la maquinación fuesen posibles en política. Lo bueno es que hay tiempo y en Murcia todavía se recompone todo en términos de ejemplaridad democrática mediante el hallazgo de alguien de Vox que sea socialista sin saberlo o porque alguien se termina comiendo el paparajote con plutonio que le sirve un camarero que se parece mucho a Ábalos.
La verdad es que la nueva política ha regenerado de fábula al país y lo de la cultura de la coalición va como un tiro. Es tan grande la indignación que causa todo esto que yo creo que voy a dejársela a los demás. En esta grave hora murciana, no quiero sin embargo dejar pasar que el estratega de Ciudadanos (un fenómeno) se apellida Cuadrado, mientras que el del Gobierno se apellida como se sabe Redondo. El país está en vilo a la espera de la irrupción del señor Triangular. Aunque en realidad nos basta con Miguel Ángel Rodríguez, que de segundo se apellida solo Bajón, va a hacer de esta batalla la guerra y en 2000 ya publicó una novela negra titulada 'El candidato muerto'. Por el título, parece que iba sobre Inés Arrimadas.
MASCARILLAS
Futuro borroso
Los expertos coinciden: nuestra relación con las mascarillas no terminará de golpe. Por más que se avance con la vacunación, habrá que seguir evitando la transmisión del virus. Y en el futuro las mascarillas serán habituales en el transporte público o las zonas comerciales, sobre todo en invierno, como ya lo eran en los países orientales para nuestro regocijo. Menos mal que nos acostumbramos a todo. Un año después, una ciudad llena de gente con mascarilla nos parece lo normal. Es cuando en la calle alguien muestra su rostro cuando detectamos que algo extraño, casi antinatural, sucede. Hace unos días, Mark Zuckenberg predijo que en diez años no existirán teléfonos ni pantallas: nuestra mirada manejará un superordenador que llevaremos al parecer en las gafas. Pues ya pueden ponerse las pilas en Silicon Valley. Con la mascarilla, se te empañan las gafas. Y a ver quién diablos ve lo que pone ahí, en el superordenador.
CATALUÑA
Institucional
Con la moderación e institucionalidad que distingue al cargo, Laura Borràs accedió ayer a la presidencia del Parlament y anunció que va a por la independencia contra «la guerra sucia y antidemocrática del Estado español». La nueva presidenta recibió los votos de Junts y Esquerra. La CUP votó en blanco porque Borràs está imputada por dar contratos a dedo mientras dirigía la Institución de las Letras Catalanas. Eso a la CUP le parece corrupción. Se equivocan, claro. Si hay condena, será guerra sucia y antidemocrática del Estado español.
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