En riesgo extremo
Editorial ·
Resulta desconcertante afrontar una transmisión del virus tan silente sin que autoridades ni expertos den cuenta de su gravedadel correo
Viernes, 9 de julio 2021, 23:30
La incidencia acumulada en España llegó ayer a 316. La universalización del SARS-CoV-2, el mayor conocimiento sobre sus características y variaciones, el avance ... de la vacunación en los países desarrollados y la consiguiente bajada de su impacto sanitario permitían suponer que, entre la primavera y el verano, se disiparían también muchos interrogantes y se superarían los problemas de coordinación solidaria a nivel internacional. El anuncio de un 'pasaporte de vacunación' parecía la confirmación de una mayor armonía y efectividad frente a lo que restase de pandemia. Pero, mientras tanto, las decisiones políticas -alegando torpemente necesidades económicas- han prevalecido sobre el criterio de los científicos independientes. Por ejemplo, al dar la buena nueva de un verano sin mascarillas en las calles. La encomiable tarea desplegada durante todo el curso para evitar contagios en los centros de enseñanza se ha ido al traste en viajes y encuentros sin control, cuando hubo expertos que advirtieron del riesgo.
El Gobierno central y los autonómicos han preferido -con excepciones- movilizar a los jóvenes para una campaña de vacunación en busca de su particular 'inmunidad de grupo' para el curso que viene, cuando lo prioritario era aplicar medidas de seguimiento y restricciones que asegurasen la salud comunitaria y un veraneo cuidadoso. La existencia de 4,7 millones de dosis distribuidas pero no inyectadas y la situación en Atención Primaria dan cuenta de problemas que pasan inadvertidos frente a la llamada a la normalidad. Las decisiones y recomendaciones gubernamentales -las últimas en Francia y en Alemania- que disuaden a los ciudadanos de otros países de viajar a España no atienden a un protocolo compartido, sino al impulso de autoridades que nos señalan por haber vuelto a riesgo extremo en incidencia acumulada y, de paso, favorecen el turismo doméstico. El anuncio reiterado de Pfizer sobre la conveniencia de una tercera dosis y la solicitud de su autorización en EE UU transmite el mensaje ambivalente de que esa nos hará inmunes porque no lo estamos con las dos anteriores. Mientras, se echan en falta informaciones solventes sobre la presencia y efectos de la variante Delta y otras. Creíamos que el desconcierto era pasado. Pero resulta verdaderamente desconcertante afrontar una transmisión del coronavirus tan silente, sin que ni autoridades ni expertos acierten en evaluar y dar cuenta de su gravedad.
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