El acuerdo por el que las principales potencias acceden a crear un fondo destinado a compensar las pérdidas y daños sufridos por los países más ... vulnerables al calentamiento global constituye un hito en este terreno que ha permitido esquivar 'in extremis' la sombra del fiasco que se cernía sobre la cumbre del clima clausurada ayer tras una prórroga que permitió salvar los muebles. Con toda razón, el secretario general de la ONU, António Guterres, calificó de «historico» el pacto, una demanda de las naciones más pobres desde hace un cuarto de siglo, que es a la vez un acto de justicia y un paso necesario en la lucha por la conservación del planeta. Pero, a falta de que se concrete su funcionamiento y financiación, ese valioso compromiso no puede ocultar la decepcionante falta de avances en una hoja de ruta hacia la paulatina eliminación de los combustibles fósiles, una tarea en la que la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania ha provocado significativos retrocesos. El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, agudizado en los últimos meses, aleja los objetivos del Acuerdo de París y envía al mundo una inquietante señal que no puede desoír.
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