Euskadi y las 'cosas del comer'
Alejado de la polarización política, Padrales ajusta sus prioridades a las preocupaciones de los vascos y llama a Bildu a sumarse a la convivencia
Jueves, 28 de agosto 2025, 23:54
El lehendakari mantiene las claves de su gestión pública a pie de calle al ajustar las prioridades de su Gobierno PNV-PSE sobre la base ... de las principales preocupaciones de los vascos, señaladas de forma recurrente en las estudios sociológicos. En su comparecencia en el Palacio de Miramar, que marca el reinicio del curso político, Imanol Pradales dio ayer preferencia en su agenda a la seguridad, la salud, la vivienda y el impulso industrial, piezas esenciales de las llamadas 'cosas del comer' en una Euskadi alejada de la pulsión identitaria y la polarización. Está por ver si ese pragmatismo se prolonga en la ronda de contactos anunciada por Pradales para «ampliar y mejorar» el autogobierno sobre la necesidad compartida de culminar todas las transferencias incluidas en el Estatuto. Asunto en el que los jeltzales parecen abocados a competir con una izquierda abertzale movilizada para formar «frentes amplios» en favor de la soberanía.
Curiosamente, el único mensaje velado del jefe del Ejecutivo vasco a Bildu fue una llamada a sumarse a la convivencia. A condenar «con rotundidad» las agresiones a ertzainas y policías locales registradas este verano en municipios gobernados por la coalición soberanista. Y a «comprometerse» con las víctimas del terrorismo y con la deslegitimación de la violencia tras la proliferación de cartelería de apoyo a presos de ETA en localidades en fiestas. Pradales se amparó en la necesidad de una autorización judicial para poder acometer con rigor y firmeza la retirada de esas imágenes tan lesivas para quienes han sufrido el zarpazo del terror, como le han exigido partidos, asociaciones de víctimas y la propia delegada del Gobierno.
Su apuesta por «lograr que quien pone los carteles, deje de hacerlo» sería el desenlace natural en un País Vasco que suma catorce años sin la presión terrorista. Sin embargo, la insistencia de quienes faltan al respeto a personas que, en palabras del lehendakari, «bastante han sufrido ya» exige a la Administración remarcar las reglas de convivencia y hacerlas cumplir a aquellos que las vulneran de forma sistemática, con el agravante de hacerlo en espacios públicos.
Alejado del tono abrupto de la política española, Pradales tiró de discreción entre tanto tuit y desaire al desvelar cómo resolvió lo que podía haber derivado en un choque con su homólogo andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, por el reparto de menores migrantes. Con algo tan sencillo como llamarle por teléfono, sin las «peroratas» y «barbaridades» de sus rivales.
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