España, más atlantista
Editorial ·
La parte morada del Gobierno se niega a aceptar que los derechos penden de que las autocracias liberticidas no se adueñen del mundoel correo
Viernes, 1 de julio 2022, 00:10
El desarrollo de la cumbre de la OTAN en Madrid ha destacado el protagonismo de España en un momento tan crítico. Pero sobre todo ha ... comportado más obligaciones. La organización del evento ha satisfecho a los participantes, la capital apareció como una ciudad acogedora y el país, como un aliado solvente. Así lo reconoció el líder de la oposición, al felicitar desde Bilbao el buen hacer del Gobierno Sánchez. Y todo ello aunque la mención al flanco sur recogida en el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN, y que la parte socialista del Ejecutivo insiste en reivindicar, no define claramente la naturaleza de las amenazas y desafíos que tendrían ese origen, por lo que tampoco puede definir líneas de actuación compartidas. Es significativo que el presidente Sánchez y el ministro Albares hayan restado trascendencia a la defensa expresa de la integridad territorial dando por supuesto que Ceuta y Melilla se encuentran dentro de la OTAN desde hace 40 años, después de haber presentado como amenaza el propio flujo migratorio o de sugerir que la Alianza debía confrontarse con quienes cuestionen la españolidad de las ciudades autónomas.
Mucho más concretos son los compromisos adquiridos por Sánchez, que ayer encomendó a un «acuerdo de país» que empezó por su respuesta a Joe Biden, favorable a que Rota sea la base de otros dos destructores estadounidenses, con su correspondiente dotación y mantenimiento. La promesa de cumplir para 2029 con el objetivo pendiente de elevar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB nacional -cuando Boris Johnson lo situaba ayer ya en el 2,5%- dividirá también al Gobierno, soslayando el debate sobre el destino preciso del incremento presupuestario y las afecciones a otras partidas. La guerra de Putin hace tan ineludible el nuevo Concepto Estratégico que España deberá aportar más personal y medios para la defensa de la frontera europea con Rusia. Y habrá de atender especialmente ese flanco sur que el Gobierno ha convertido en un estandarte difuso, mientras preserva su entendimiento con Marruecos. La inflación pueden producir un 'efecto fatiga' respecto a la guerra. Pero la opinión pública de todos los países europeos sitúa la seguridad frente a amenazas exteriores en un lugar desconocido desde la Guerra Fría. La anacronía está presente en el Gobierno español, parte del cual se niega a aceptar que los derechos sociales e individuales dependen de que las autocracias liberticidas no se adueñen del mundo por la fuerza.
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