Tragedia humana y ecológica
Los megaincendios que han mantenido en vilo a Cataluña y han sembrado la alarma en varios países europeos en el arranque del verano han desbordado ... las medidas de prevención y extinción. Los fuegos desatados en Lleida, saldados con la muerte de dos agricultores que trataban de huir de las llamas, y en Tarragona, que obligaron a confinar a 18.000 vecinos y ayer también se cobró la vida de un bombero, ponen de manifiesto la voracidad de estos incidentes de sexta generación, propulsados por el cambio climático. El propio presidente de la Generalitat, Salvador Illa, asumió con impotencia la imposibilidad de apagarlos con celeridad para centrarse en «minimizar loa daños». Estos fenómenos de alta intensidad y velocidad de propagación constituyen todo un reto para Protección Civil, que deberá volcarse en aplacar las tragedias humanas y ecológicas. Es tanto un desafío local, por cuanto afectan a entornos rurales ya en serio riesgo de despoblación, como comunitario. De hecho, el Parlamento Europeo reclamó ayer mayores medidas de prevención en la lucha contra el fuego, entre otras, un aumento en la financiación e instrumentos que palíen el calentamiento.
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