Las secuelas del chantaje
El 25 aniversario del asesinato del presidente de Adegi Joxe Mari Korta constituye una oportunidad para reivindicar el esfuerzo y coraje de tantos empresarios vascos ... que tuvieron que afrontar el chantaje de ETA. Durante largos años, los amenazados soportaron la coacción en un contexto hostil, en medio de silencios cómplices. Su figura se vio estigmatizada a pesar de que sin su aportación a la riqueza y al progreso no se puede entender el presente de este país, ni su dinamismo. Los emprendedores han sido activos en una sociedad en la que la cultura del esfuerzo conformaba un ADN intransferible que nos lanza como un país decidido y con futuro. El mundo radical alumbró una deslegitimación del empresariado y, aunque el final de ETA permitió pasar página, aquella sombra impregnó los debates sociales más allá. Una sociedad democrática es escenario de conflictos y se dota de los instrumentos necesarios para encauzarlos. El relevo al frente de numerosas compañías choca aún con esa herencia envenenada y con la fuga de talento. Denunciar aquel trasfondo inmoral sigue siendo una exigencia. Es hora de reconocer a los empresarios su compromiso y su responsabilidad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión