Menos natalidad, menos en todo
El desplome de la natalidad en Euskadi, mitigado por los nacimientos registrados en madres extranjeras, y la creciente llegada de nuevos vascos abocan al mestizaje ... social en un plazo menor del que se preveía. Esa es la consecuencia de un fenómeno global en un territorio de acogida, pero la realidad es que el crecimiento de la población es insuficiente para las necesidades de músculo, talento, tirón y competitividad. Con apenas 13.000 bebés el año pasado, la caída de alumbramientos es el síntoma de los lastres estructurales que frenan el crecimiento demográfico. Seguramente no ayuda el precio de la vivienda, pero no es el único problema. El mercado laboral se encamina hacia el colapso por la crisis poblacional, paliada por el aumento de inmigrantes. Si se mantienen las previsiones de empleo, el País Vasco necesitará 171.000 trabajadores a corto plazo. Para entonces, seremos diferentes siendo casi los mismos. De 20 a 69 años, hay 1.437.000 habitantes. En 2039 se esperan 1.458.000 en esa franja. Perder natalidad supone ser menos en todo. Euskadi deberá asumir cambios si quiere prosperar y garantizar la convivencia sin dejar a nadie atrás. Ni en el trabajo ni en la educación.
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