Caiga quien caiga
El Gobierno debe actuar con total firmeza y transparencia en el 'caso Koldo' para haber creíble su compromiso contra la corrupción
Las investigaciones de la Audiencia Nacional sobre Koldo García, persona de la máxima confianza del exministro de Fomento José Luis Ábalos, por el presunto cobro ... de comisiones millonarias a empresas con las que negoció la compra de mascarillas en el momento más crítico de la pandemia instan a la inmediata asunción de responsabilidades políticas. Y emplazan tanto al Gobierno como al PSOE a actuar con total transparencia en un escándalo que pone a prueba el firme discurso contra la corrupción con el que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa. El anuncio por parte del presidente de que será «implacable» en ese terreno «caiga quien caiga» y la advertencia de que «el que la hace la paga» redoblan la presión sobre Ábalos para que renuncie a su escaño después de que la 'número dos' del Ejecutivo y del partido, María Jesús Montero, le señalara el viernes la puerta de salida. Aunque sobre él no pesa ningún reproche penal, los graves delitos atribuidos a quien designó como su 'mano derecha' y unas grabaciones comprometedoras en el sumario no le dejan otra salida.
No se entiende que si Koldo García era solo un asistente personal del entonces ministro y secretario de Organización socialista -fue fichado como chófer- estuviera en la cúpula de la trama. Tampoco que a un colaborador de su perfil le fuese encomendado un aprovisionamiento de tanta envergadura para varias administraciones públicas en medio de la mayor emergencia sanitaria en un siglo. Ni que nadie viera anómalos, con su mediación, los contratos con una compañía sin experiencia en el sector y sin facturación alguna en los años previos, que cobró 52 millones de euros por mascarillas de mínima calidad y con un alto sobreprecio a Adif, Puertos del Estado, el Ministerio del Interior y a los gobiernos de Baleares y Canarias. Estos dos últimos, liderados entonces por la actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el ahora ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que habrán de dar explicaciones convincentes al respecto. Las irregularidades advertidas posteriormente por varios órganos de control fueron desestimadas y adquieren en este momento otra dimensión.
Tras el contundente mensaje de Sánchez, las horas de Ábalos como diputado están contadas por su responsabilidad en el nombramiento de Koldo García. Si el Gobierno quiera utilizarlo como cortafuegos, la magnitud de un escándalo que amenaza su propia estabilidad y credibilidad política no se lo pone fácil.
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