Cautelosa respuesta
Editorial ·
El Gobierno vasco no podrá eludir medidas más contundentes si no consigue aplacar la sexta ola solo con el pasaporte covidel correo
Sábado, 4 de diciembre 2021, 00:09
La exigencia del pasaporte covid para acceder a locales de ocio nocturno y restaurantes con más de 50 comensales devuelve las restricciones a Euskadi apenas ... dos meses después de que fueran suprimidas las principales y levantada la emergencia sanitaria, de nuevo en vigor. El Gobierno vasco se propone extender esa medida a otros ámbitos como los gimnasios o las visitas a hospitales y residencias de mayores en función de las necesidades que detecten sus responsables sanitarios y previa autorización de los jueces. La contundente sentencia en la que el Supremo vapulea los argumentos en los que el Tribunal Superior sostenía su rechazo al certificado de vacunación en los términos solicitados por el Ejecutivo de Urkullu le concede margen de maniobra en ese sentido. Desmiente, además, la supuesta animadversión que el nacionalismo atribuye a la Justicia.
Las decisiones anunciadas ayer por el lehendakari constituyen una cautelosa respuesta al descontrolado aumento de los contagios que ha vuelto a tensionar la red asistencial. Una reacción que elude iniciativas impopulares con una incidencia negativa en el consumo en la antesala de las fiestas navideñas y que contrasta con los mensajes de profunda inquietud lanzados en los últimos días. Aunque la cifra de positivos se acerca a la de los momentos más críticos de la pandemia, ciertamente la situación actual no es comparable por la elevada vacunación. Se entiende, por tanto, que la estrategia para doblegar la sexta ola sea distinta a las probadas con anterioridad. Pero solo el éxito de esta apuesta por la prudencia impedirá actuaciones más firmes.
El tiempo dirá si es suficiente la obligatoriedad del pase covid, despreciada hace un par de meses por el Gobierno vasco e implantada ya en varias comunidades y países. La medida incentivará la inmunización de ciudadanos aún no protegidos y coincidirá con el inicio de ese proceso entre los menores de 12 años, el colectivo más castigado, lo que debería contribuir a una mejora de la evolución epidemiológica. Pero la posesión del documento no garantiza que su portador esté libre de contagio cuando lo exhibe, por lo que no cabe confiar exclusivamente en él para atajar la vertiginosa escalada del covid. El riguroso cumplimiento de las medidas preventivas sigue siendo ineludible porque, como bien enfatizó Urkullu, el virus y el riesgo siguen entre nosotros. Combatirlos con eficacia es tarea de todos.
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