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Urkullu se dispone a iniciar su intervención.
Desdoblamiento

Desdoblamiento

La radical defensa de la pluralidad de Urkullu choca con el tono de Egibar

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Viernes, 21 de septiembre 2018, 10:06

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Recordará el lector que el lehendakari Ibarretxe solía echar mano de una pregunta retórica que acabó haciéndose célebre para defender la consulta soberanista que proponía. Qué hay de malo en ello, se desgañitaba. Los acontecimientos demostraron que lo que tenía de malo su plan era su potencial para dividir a la sociedad, además de su nulo recorrido institucional. El PNVaprendió de aquella amarga experiencia dos lecciones fundamentales. La primera, la conveniencia de no cerrarse el camino con plazos tasados que acaban convirtiéndose en trampas políticas. La segunda, la de apelar a los acuerdos amplios y transversales, y de paso ensanchar su base electoral en el centro moderado y no necesariamente abertzale.

De esa herencia teórica bebió el discurso con el que el lehendakari animó el pleno de política general cuando el sopor ya se había adueñado del hemiciclo. Hasta entonces, Iñigo Urkullu hizo más o menos lo que se esperaba de él y se ciñó más que nunca a su papel de gobernante previsible, aferrado a un torrente de cifras para capear el temporal que arreciaba desde las bancadas de la oposición. Fue, ayer más que nunca, su propio personaje, e incluso arrancó involuntariamente las carcajadas de sus señorías cuando evitó replicar a las andanadas de Lander Martínez sobre el 'país de piruleta' porque «para hacer chistes hay que saber hacerlos».

El jefe del Ejecutivo vasco era muy consciente de que la sesión iba a poner en evidencia su acentuada debilidad parlamentaria y el nuevo 'momentum' político, en el que queda a merced de un improbable acuerdo presupuestario con EHBildu (a quienes el Gobierno lanzó guiños más que evidentes) o el PP. Hipotecado por su minoría ya en plena precampaña y debilitado por los presuntos casos de corrupción que han aflorado en las últimas semanas, el PNV tenía claro, como reconocía en los pasillos un destacado dirigente, que el reto del lehendakari era ser capaz de transmitir las «sensaciones» en las que se cimenta su éxito electoral: fiabilidad, diligencia, mano tendida, alergia a las sorpresas, moderación. Márketing, en definitiva.

El guión se fue cumpliendo al milímetro, incluso con la defensa, nada novedosa, de un modelo confederal basado en la 'democracia plurinacional' de inspiración europea que disgustó a la oposición por proponer una solución pretendidamente plural pero acomodada solo a las aspiraciones de una parte. Pero el lehendakari se reservaba la traca final para la réplica vespertina. No fue, en puridad, una réplica porque Urkullu llevaba escrita su intervención, una radical defensa del pragmatismo político, el pluralismo y la transversalidad en términos especialmente contundentes. Un aviso «como lehendakari nacionalista» de que cualquier acuerdo que no tenga en cuenta a los no nacionalistas será «un fracaso estrepitoso» y un recordatorio, con aroma a escarmiento en cabeza ajena, de que una estrategia de choque con el Estado solo generará «frustración». También defendió el derecho a decidir, pero con un matiz importante: la vía de la consulta solo se abriría si queda acreditado que existe una «mayoría clara» que así lo demanda.

Una posición diáfana que, si bien no invalida las bases soberanistas acordadas con EHBildu, sí condiciona la posición del PNV cuando el borrador de nuevo Estatuto vuelva a la Cámara en el verano de 2019. Hasta entonces, mientras los expertos redactan el texto articulado, el PNV bien podría aplicarse a la tarea de acomodar una estrategia unívoca en materia de autogobierno. Porque si algo quedó claro en el pleno de ayer es que Joseba Egibar, aunque no renuncia a una posible ampliación, defiende a capa y espada el acuerdo con la izquierda abertzale. Incluso, recuerda a las minorías su adelgazamiento electoral como argumento para negarles capacidad para condicionar la reforma. Un discurso heredero de Ibarretxe frente a otro heredero de su fracaso. El desdoblamiento es evidente.

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