Construyamos un futuro sostenible juntos

La crisis ha reforzado la visión que tengo sobre nuestra compañía y la industria en la que operamos. Me ha impresionado enormemente la determinación del equipo de Siemens Gamesa para conseguir superar los numerosos retos de la pandemia y continuar sirviendo a nuestros clientes, ya sea en las fábricas, en los parques eólicos o desde sus oficinas improvisadas en casa. El resultado es que la industria ha seguido generando la energía limpia que necesitan nuestras comunidades.

En cuanto a lo que viene después, como sociedad nos enfrentamos a un largo período de incertidumbre y muchos más desafíos. Tenemos que pensar cuidadosamente cómo reconstruir la economía y las comunidades después de estos reveses.

Una de las enseñanzas que nos deja esta crisis es que no podemos desligarnos de las recomendaciones de la comunidad científica. Debemos escuchar a los expertos que nos alertan sobre el peligro inmediato del cambio climático. Si ahora hemos vivido una terrible crisis de salud pública, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar una crisis climática cuyos efectos pueden ser irreversibles.

El Covid 19, aunque está suponiendo un claro desafío para las renovables, ha demostrado también que es un sector esencial para generar energía limpia para nuestras ciudades. Somos una industria verde con empresas punteras y reconocidas en todo el mundo que genera empleo de calidad y bienestar en nuestro entorno. En concreto, la industria eólica vasca cuenta con empresas de reconocido prestigio internacional y gran liderazgo tecnológico.

Por eso cuando planifiquemos la hoja de ruta para la recuperación tras la pandemia debemos fortalecer las bases para construir un futuro sostenible a largo plazo juntos.

Sostenible porque son las renovables las que están en todas las agendas públicas y privadas. La energía eólica es un vector clave para la recuperación económica en Europa: esta industria crea puestos de trabajo cualificados y estables, exporta I+D, genera energía limpia y asequible y seguridad energética a largo plazo, lo que permitirá a los gobiernos diseñar un futuro sostenible para sus ciudadanos.

A largo plazo porque necesitamos planificación y un marco regulatorio estable que estimule la inversión. Necesitamos que los gobiernos destinen sus paquetes de estímulo a asegurar la construcción de un futuro energético sostenible, acelerando la transición hacia un mundo bajo en carbono más allá de las políticas de reducción de emisiones.

Y juntos porque solo un trabajo conjunto entre empresas, clientes, proveedores, organismos públicos y mundo financiero aseguran que cada inversión cuente, acelerando la transición energética y revirtiendo a la sociedad a la que pertenecemos.

Espero que esta crisis sirva como un revulsivo que nos impulse a tomar, como sociedad, las medidas necesarias para paliar el cambio climático. El momento de actuar es ahora, no podemos esperar 5, 10 o 20 años.