Cuando se confunde proyecto con fichajes
El contraanálisis ·
Con las incorporaciones de Bojan, Munir y Medrán el equipo ha sufrido una metamorfosis total, por lo que cabe preguntarse a qué va a jugar ahoraEs muy corriente escuchar en el fútbol, o en nuestro caso en el Alavés, que se ha iniciado un nuevo proyecto. Algo a lo que se le suele dar un sentido positivo, ya que se transmite una idea de renovación, de mejora con respecto a lo anterior, en definitiva, de un futuro más optimista. Pero en muchas ocasiones no es así, ya que esa idea suele ser engañosa. Yo no creo que se pueda llamar proyecto a ese ejercicio de acierto-error, para ver si por ejemplo en nuestro caso, se acierta con doce o quince fichajes y un entrenador. A eso llamo jugar a la lotería, o peor aún, jugar con fuego. Si aciertas, como ocurrió la campaña pasada, perfecto. Entonces todo el mundo se queda tranquilo, incluso hasta parece correcto y lógico. ¿Pero qué pasa si ocurre como en la actual temporada? A temblar, rezar y esperar que intervenga la divina providencia. Presumo que se han aplicado los mismos criterios que en la anterior campaña, entre otras cosas porque el secretario técnico, Sergio Fernández, es el mismo. De cualquier forma a mí me ha generado muchas dudas.
Yo soy muy escéptico en estos asuntos del mercado de fichajes y todo lo que rodea. El orden habitual en los criterios del mercado futbolístico suele ser el siguiente. Primero, priman los aspectos económicos, es decir, el precio de los jugadores y la duración de sus contratos. Después llega el capítulo dedicado a los representantes vende-humos y sus criterios o intereses particulares. Algunos, incluso, son capaces de vender un frigorífico en el Polo Norte. Luego llegan los intereses, egos, asuntos pendientes de todo tipo en el entorno del jugador, de los clubes, directivos, empresas o negocios paralelos al fútbol, etc... Sin olvidar que en ciertos clubes, la presión y el capricho de los medios influyen mucho. Y ya por último, se suelen considerar los criterios puramente futbolísticos. Pero en este caso, como en las rebajas, también puede ocurrir que te vendan a última hora algunos buenos jugadores muy baratos, pero que en realidad no te hacían falta en el equipo en ese puesto concreto. Además, puede que no reúnan las características del perfil de la plantilla ni se adapten a la idea del entrenador, pero como que son baratos me cojo hasta tres jugadores.
Yo llamo proyecto deportivo a continuar en una estructura con una misma idea, filosofía y estilo, apoyado en los diferentes departamentos del club, algo que es garantía de acierto. Por ejemplo, disponer en la estructura del club de una base de datos con un seguimiento mundial a jugadores con los perfiles deportivo y, muy importante, personal, que encajen en nuestra filosofía y no sean otros los intereses los que decidan los fichajes. Además de un seguimiento universal a jóvenes promesas para finalizar su formación en nuestra propia cantera, contagiándoles nuestros valores o sentimientos. Y, por supuesto, confianza y fe sincera en una inversión a la propia cantera local, tanto en los aspectos materiales o de instalaciones como en los puramente deportivos o humanos, que al final siempre son patrimonio. Sin olvidarnos, que, igual que a los jugadores, se debe realizar un seguimiento a los entrenadores que reúnan el perfil, las características y filosofía del club.
Y si observamos cómo ha sido el proceso de nuestra pretemporada, veremos que no reúne las condiciones mínimas para que sea fiable. Se empieza a entrenar con parte del equipo filial. Se van sumando a los entrenamientos jugadores a medida que van llegando e, incluso como en el caso de los tres últimos, Medrán, Munir y Bojan, en el tercer partido de Liga. A ello hay que añadir que más de media plantilla es nueva y que los que siguen no eran precisamente los ‘titularísimos’ de la temporada anterior. Y que alguno de los que se han descartado, como Gaizka Toquero, aunque sea solo por lo que aportan y contagian en espíritu competitivo en el vestuario, podían haber continuado en el Alavés.
Además, hay tres o cuatro jugadores de la temporada anterior que no saben si seguirán o se les traspasará, algo que supone un lastre para el entrenador y la armonía en los entrenamientos. Y, por ultimo, llega un entrenador nuevo, Luis Zubeldía, sin una idea clara de la filosofía deportiva del club ni de qué tipo de jugadores va a disponer hasta el tercer partido de Liga, con todo lo que ello supone. Este es un asunto que no se ha comentado mucho, pero creo que es determinante, porque con las últimas incorporaciones de Bojan, Munir y Medrán el equipo ha sufrido una metamorfosis total. Es otro, por lo que cabe preguntarse a qué va a jugar a partir de ahora. Al final, cuando concurren estas circunstancias sucede que siempre pagan los mismos, y casi siempre justos por pecadores, aunque los justos también tengan parte de culpa.