Compromisarios
Todo acto humano debe ser consciente, pero ahora andamos discutiendo si la procreación debe serlo o queda excluida
Todo acto humano debe ser consciente, pero ahora andamos discutiendo si la procreación debe serlo o queda excluida. Malthus, que no era más que un clérigo, tenía más razón que un santo. Se atrevió a decir que si los bienes del mundo están sujetos a la contabilidad, la población no puede ser incontable. Ahora, el Congreso ha aprobado la regulación de la eutanasia, pero con el rechazo del PP, al que hay cosas que no le caben ni en la cabeza ni en el corazón y se resiste a regular la eutanasia. Hay miembros del PP tan valientes que no se rinden ni ante la evidencia, pero se ha dado un paso gigantesco, sobre todo teniendo en cuenta que el Código Penal español consideraba, hasta hace poco, que la eutanasia era una forma de homicidio.
Poner manos a la obra es muy difícil, porque la obra se nos ha ido de las manos. Mientras, cada vez hay más banderas negras y más náufragos y Maradona confirma que es compatible haber sido un genio del fútbol y ser ahora un cretino irreparable. Mientras, los compromisarios no saben cómo salir de sus compromisos y únicamente el 7,6% de los afiliados del PP elegirá al sucesor de Rajoy. La cifra contrasta con los 155.000 que han refrendado a Pablo Iglesias en Podemos. De la guerra de números sólo podríamos aventurar un ganador si hubiera elecciones generales, pero parece que eso no lo desean ni nuestros líderes actuales ni los que esperan su turno, sin contar a los que hacen trampas en la cola. Pedro Sánchez insiste en que estos beneficios no son penitenciarios sino estratégicos, y los que nos lo creemos todo estamos dispuestos a creérnoslo. Es cuestión de tragaderas.