
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las frases del tipo «me dejó una buena impresión» o «me fui con mal sabor de boca» pueden estar al borde de la evanescencia porque ... ahora valoramos con un pericia profesional. Además de puntuar todo tipo de productos en la red, recibimos continuamente encuestas de satisfacción: cuando dormimos en un hotel o cuando nos atienden en alguna compañía telefónica o cuando vamos a un partido de fútbol -a un amigo le escribieron el otro día desde la mismísima UEFA-, y un amplísimo etcétera. No nos dan tiempo para que el tiempo fragüe un recuerdo; enseguida nos bombardean con este tipo de encuestas que incluyen preguntas compartimentadas y muy concretas. Algunas no me agitan, pero a veces tengo la impresión de que ciertas empresas usan a los clientes para fiscalizar a sus trabajadores o yo qué sé para qué. Imagino que los resultados serán un sistema de presión más. Puede que sean prácticas normales e incluso convenientes, pero no me satisfacen las encuestas de satisfacción.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.