Sexo, conspiraciones e internet

Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, es uno de los personajes más controvertidos de esa época en la que internet pasó de ser una esperanza ... de libertad a un siniestro agujero negro. Una de tantas causas por las que se le procesó fue por una acusación de violación en Suecia que se ha cerrado y abierto en varias ocasiones. Uno de sus abogados franceses es Juan Branco, un polémico letrado de origen malagueño vinculado al movimiento de los 'chalecos amarillos', que ha estado involucrado en distintos escándalos de la política gala. Por ejemplo, en la difusión el año pasado de vídeos sexuales del candidato del partido de Macron a la Alcaldía de París. Esta semana, el propio Branco ha sido acusado de violación por una joven que, supuestamente, conoció a través de Instagram y a la que sometió con estupefacientes. Él niega las acusaciones, lo que no ha detenido el procesamiento. Las redes están creando un nuevo escenario en el que el poder, el sexo, las conspiraciones, los abusos... se mezclan de una manera caótica. Se han convertido en una maquinaria engrasada por el sexo y el radicalismo, ante la que los jueces parecen ser la última barrera.

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