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La monda

Lo grave es el negacionismo interesado que obedece a negocios particulares

Un frente frío sin precedentes ha paralizado hasta la congelación el Estado de Texas. Algo parecido a lo que pasó en Madrid a principios de ... año, pero peor. Lo de Madrid fue serio, admitámoslo. Una verdadera catástrofe: la mitad de los árboles abatidos, 1.398 millones de euros en pérdidas... Fue un aviso. Lo de Texas está siendo terrible, nunca había ocurrido nada igual. Han alcanzado los 17 grados bajo cero. El suministro de la electricidad, el del gas, el del agua, todas las energías, todo colapsado y roto. Los pozos de petróleo y las refinerías han sufridos enormes daños, algunos irreparables. Las carreteras bloqueadas: el desastre.

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Texas es un Estado del sur, limita con México (de hecho, se lo robaron a México por la fuerza), no está preparado para una cosa así. Sus gobernantes, republicanos negacionistas del cambio climático, lo han gestionado mal y la gente está que trina. El más famoso, el congresista Ted Cruz (amigo de Trump y uno de los más firmes candidatos a liderar el Partido Republicano en las próximas elecciones presidenciales), lanzó un emocionado mensaje a la población para que se juntaran y ayudaran unos a otros, hirvieran el agua antes de beberla y rezaran a Dios en familia. Pero poco después, en vista de que la cosa estaba fea, huyó a todo correr con su mujer y su hija a las playas del Caribe. Y le pillaron. Ahora dicen que este episodio vergonzoso podría arruinar su prometedora carrera hacia la Casa Blanca. Ya veremos.

Mientras tanto, en el Ártico, está pasando todo lo contrarío. Este verano alcanzaron los 38 grados. Lo nunca visto, están batiendo récords de calor. En los últimos meses se están abriendo enormes cráteres en el suelo helado (de hasta 25 metros de diámetro) por explosiones de metano subterráneo como consecuencia directa del calentamiento global. Hay negacionistas de la pandemia y hay negacionistas del calentamiento global. Y muchos de ellos son votados por la gente para que gobiernen, es la monda. El ser humano causa admiración.

Mi amigo el ornitólogo dice que las grullas de Hölderlin ya no bajan a Grecia, que muchas se quedan en Polonia a pasar el invierno. Lo del calentamiento global no es broma, al parecer. Hace ya unos años, Rajoy se burló públicamente del cambio climático y más tarde tuvo que rectificar: reconoció que suele equivocarse a menudo y pidió disculpas. No sé yo. Pedir disculpas está bien, pero si tienes que pedir disculpas muchas veces es que no das una. Lo grave es que hay un negacionismo interesado que obedece a negocios particulares (como bien sabemos) y que compra voluntades políticas. Ya digo: la monda.

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