Somos conscientes de que hay especialistas en mentir, enredar y fijar calumnias? Me temo que no; o, al menos, sin guardar la adecuada coherencia. Si ... de veras creyéramos que «el bien más preciado es la libertad» (como reza el legendario himno de la CNT), rechazaríamos sin contemplaciones la mentira y su turbia proyección. Lo decisivo para que no se propague la mentira es 'no creérsela', no darle crédito; y, en todo caso, ponerla en cuarentena. Esto exige un mecanismo mental de prevención y prudencia a la hora de aceptar lo que se oye o se lee, y se repite. El aprecio objetivo de la realidad: en esto consiste nuestra mejor aportación personal para vivir en libertad y en democracia, nadie lo puede hacer por nosotros.
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Hace ocho días se jugó el 'Clásico' Real Madrid-Barça, que estuvo calentado por los organizadores de una competición futbolera que sabe obtener petróleo. Horas antes del encuentro, sentaron a Lamine Yamal en una mesa. Entre bromas y risas desencajadas, se soltó que 'el Madrid roba'; una palabra fuera de lugar que evoca intencionadamente la consigna 'Madrid ens roba'. Y esos amigachos emplazaron a la joven estrella a pronunciarse. Él balbuceó con torpeza: «Sí, roban a los…, o sea, se quejan… Hacen cosas que…». Al fondo, la voz embaucadora y autoritaria del promotor, compinche de Rubiales en sus negocios con Arabia Saudí, soltó: «Esto no es discutible, eh».
Al ignorar el peligro de las malas compañías, el muchacho se ha visto convertido en un pelele, envuelto en una polémica que le descentra y salpica. Le iría mejor si atendiera al criterio de su lúcido capitán Frenkie de Jong, quien vio la jugada desde el primer momento.
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