Los cerdanes
Esto no se arregla con unas elecciones: cambia el turno y estamos en las mismas
España tiene un problema con los cerdanes, y en otras cosas no sé, pero en esto Euskadi es España, y Navarra no digamos. A Zaida ... Cantera la sacaron del Congreso por no ser una cerdana, y otras personas de las filas del PSOE han perdido cargos por lo mismo, pero no muchas, pues la política ya se ha cerdanizado tanto que las leyes de la cosa nuestra se acatan de manera admirable y los partidos, en las ramas y ramos del negocio a la sombra y la (presunta) financiación ilegal, funcionan suavemente, sin obstáculos hasta que llega el gran obstáculo y el tren frena de golpe. Entonces alguien sale despedido. Ábalos ha tardado 16 meses en salir despedido.
Una de las medidas contundentes con que el partido ha dado respuesta a la caída de Santos Cerdán ha sido la expulsión de Ábalos. Las otras medidas contundentes tampoco convencen mucho. España tiene un grave problema con el sistema político, pues da la impresión (a mí me da, no sé a ustedes) de que su combustible son las mordidas, las comisiones, los enchufes y otras energías renovables. Ahí está el dinero, y los cerdanes van a él como los tiburones a la sangre. Los cerdanes se apoyan, dan su apoyo, se sitúan y quitan de en medio. Son gente delicada, de fino espíritu. Pero de vez en cuando se atasca una tubería, hay una explosión de datos, una investigación inoportuna. Alguien ha dicho que hay, igualmente, un problema de 'casting' (es decir, una selección de los peores.) Seleccionar a los peores significa apartar a los mejores y eso lo paga el país.
El PSOE lleva ya mucho tiempo seleccionando cerdanes y leires. A Esperanza Aguirre yo creo que le daban envidia los cerdanes, y por eso se convirtió en una célebre cazatalentos. Al fin y al cabo, el sistema los necesita y ellos fluyen naturalmente hacia las zonas donde es mejor ser avispado que escrupuloso, donde ser macarra ayuda y haber leído la 'Crítica de la razón práctica' quita puntos. Hay que preguntarse sobre la sociología de los cerdanes. ¿De dónde sale esta gente? Sale de nosotros, de esta sociedad, del cultivo del pícaro y el sinvergüenza, que son tan amenos, tan guasones y, además, tan útiles a su familia y amigos (y a quien pone el dinero, gobierne quien gobierne). El poder, sin embargo, alimenta mucho su faceta siniestra.
Hoy Sánchez está más o menos donde estuvo Rajoy en 2014. También Rajoy pidió perdón, y Sánchez le dijo que lo que debía hacer era asumir responsabilidades. Sánchez intenta convencernos de que él las está asumiendo, hasta donde las tiene, que ya nos ha aclarado que no tiene ninguna. Y lo malo es que esto no se arregla con unas elecciones. Es fácil predecir el futuro partiendo del pasado: cambia el turno y estamos en las mismas.
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