Los babuinos
Frente al acoso a Sandra, el colegio eligió el conocido método de ignorarlo
El suicidio de Sandra en un colegio sevillano me ha hecho pensar en Robert Sapolsky y los babuinos. El suicidio de Sandra, de 14 años, ... me parece a mí que solo podría considerarse un suicidio si definiéramos así lo que pasa cuando una persona cae a un abismo después de haber recibido unos cuantos empujones. Los babuinos, dice Robert Sapolsky, «son mezquinos, infantiles, vengativos». Infantiles. Infancia es una palabra que se refiere a una edad del desarrollo humano. Es la etapa durante la cual somos cachorros, pero los humanos somos cachorros durante tanto tiempo que necesitamos una palabra específica para designar nuestra prolongada inmadurez. Compartimos con otros animales la necesidad de atravesar un periodo de crecimiento, maduración y aprendizaje. El grado de inmadurez, la duración del proceso, el peso del aprendizaje hacen única la infancia humana, que además desemboca en una problemática adolescencia durante la cual continúa o se frustra el proceso de maduración.
Los babuinos, dice Sapolsky, son infantiles. Eso deja mal a los babuinos y deja muy mal a las personas. Sapolsky pasó 33 años estudiando a los babuinos porque le interesaban los primates, pero también porque le interesaban las personas. Los babuinos forman alianzas y se traicionan. Practican el acoso y el abuso de poder. Conocen la depresión y el estrés crónico. Su estrés, igual que el de los seres humanos, no procede de amenazas naturales, sino sociales. Viven en grupos numerosos, y los leones o los leopardos no pueden con ellos. Solo emplean tres horas diarias para buscar comida. El resto del tiempo lo dedican, dice Sapolsky, a «la complejidad de las relaciones sociales que, para los babuinos, consiste en estresarse psicológicamente entre sí». Sapolsky ha estudiado las enfermedades causadas por el estrés psicosocial en los humanos, y para eso ha estudiado a los babuinos.
La mayoría de las agresiones entre estos malévolos monos se producen porque un individuo paga su frustración con otro más débil. ¿Qué frustraciones pagan los acosadores humanos, ya desde la infancia, con sus víctimas? ¿Por qué las aulas se parecen tanto a las llanuras del Serengueti cuando los humanos tenemos la posibilidad de estudiar nuestra propia conducta desde un grado de conciencia superior y cambiar las condiciones que llevan al acoso? Existen métodos que han demostrado una eficacia incuestionable en la prevención del 'bullying', pero en el colegio Loreto de Sevilla han utilizado el conocido método de ignorar la realidad. José Manuel López Viñuela, padre de una chica que se quitó la vida en 2021, preside una asociación que pide cambios legales necesarios y constata: cuatro años después, todo sigue igual.
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