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Opinión

Mamá, quiero ser artista

Domingo, 20 de octubre 2024, 00:02

El Gobierno es progresista hasta que se demuestre lo contrario; es decir, hasta que los compromisos que tiene con la parte más social de su ... gabinete dejen de existir. Podemos desapareció y ahora Sumar actúa con un perfil tan bajo que casi es un susurro. Este silencio cabalga por las leyes pendientes que, sin saber por qué, no acaban de cerrarse.

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En 2018 el Congreso se comprometió a sacar adelante el Estatuto del Artista, indispensable para sostener el débil tejido cultural que poseemos. El mundo de la cultura aplaudió al Gobierno, se hizo fotos en las escalinatas junto a los leones y la prensa alabó que por fin mejoraran las condiciones de pobreza en las que viven la mayoría de los creadores españoles. Algunos puntos encontraron solución, quizás porque eran escandalosamente disparatados, pero los asuntos relacionados con la fiscalidad o la salud siguen esperando a que sus señorías tengan un ratito para considerar que un artista tarda de media dos años en escribir una novela, estrenar una composición musical o tener trabajo como actor. En ese período debe vivir del aire, hasta percibir un salario que tributa como si fuera funcionario. En cuanto a la salud, no hay baja laboral por afonía en un cantante, ni deterioro visual para un escultor. De enfermedades mentales debido al aislamiento o el indispensable estado físico de un bailarín, ni hablamos.

Desde el Ministerio de Trabajo (Sumar) se hizo un gran trabajo, ahora toca que Hacienda y Seguridad Social, progresistas de pro, pongan el broche de oro y su puñetera aprobación. Mientras, les cuento que una gran artista de este país se dedica a la prostitución en una esquina cerca del Congreso de los Diputados.

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