Urgente En directo, Bilbao Basket-Gran Canaria
ADRIÁN ASTORGANO

Cinco kilos

Me estaré volviendo paranoico, pero nunca me había sentido tan vigilado

La niña dice en la tele: «Si a un niño le pasa algo, ya vamos a empezar todos a mirarle raro». A los siete años ... ya sabe cómo funciona el cerebro de la tribu: la mente social. La animosa periodista sale con su micrófono a preguntar, esta vez a la puerta de un colegio. Unos tienen más ganas de opinar que otros. En este caso, parece que algunos niños son más perspicaces y sensatos que sus padres o madres. Pero cuando esa pequeña de siete años con cara de lista dice que al que le pasa algo ya empezamos todos a mirarle raro, da en el clavo. Porque somos así.

Publicidad

Y que no se te ocurra estornudar. El otro día estornudé en la calle (no pude evitarlo) y acto seguido sentí cómo me miraba todo el mundo, la humanidad entera girándose hacia mí: ese viejo ha estornudado, qué horror. Además, las miradas parecen aún más inquisitivas con la mascarilla puesta, ¿no es cierto? Me estaré volviendo paranoico, pero nunca me había sentido tan vigilado. Tan sospechoso y tan suspicaz a la vez. Porque todos nos estamos volviendo algo locos, creo. Los expertos dicen (ya lo avisan hasta en el informativo de las tres) que intentemos cuidar nuestra salud mental.

Desde luego, lo que está empezando a pasar aquí es que ya nos miramos raro todos a todos. Todos notamos algo, todos tenemos miedo, todos estamos cansados. Y se nos están erizando las susceptibilidades. Y se nos están disparando las fobias. Hemos cambiado. Por lo menos, mis amigos, no digo a peor, pero han cambiado. Unos no quieren ir al cine. Otros no quieren ir a bares. Otros no quieren pasear porque hay mucha gente. Otros no quieren hacer nada. Ni que les toques. Ni que les menciones según qué temas. Porque, de repente, hay cantidad de temas que se han vuelto delicados y es mejor no mencionarlos. Conocía a la perfección sus rarezas de antes (porque todos tenían las suyas, muy divertidas y respetables, naturalmente), pero ahora han desarrollado otras nuevas. Algunas, inimaginables. Y el caso es que nuestra amistad se basaba en las rarezas antiguas. Porque las nuevas pueden ser muy delirantes, como bien sabemos.

Supongo que yo también me estaré poniendo raro, a mi manera. Uno no lo nota tanto en sí mismo. Uno, a sí mismo, se lo permite todo: qué remedio. Pero aunque solo sea por la cantidad de series de Netflix que llevo vistas, aunque solo sea por eso, por el factor Netflix, ya debería empezar a preocuparme, supongo. Que dormimos peor, que se ha disparado el consumo de ansiolíticos y que hemos engordado, cada uno de nosotros, más de cinco kilos, dicen en el informativo. Cinco kilos, ¿te lo puedes creer? Así que la gente mira raro, no me extraña.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad