Borrar

Aupa el Erandio

Miércoles, 6 de enero 2021, 00:10

Comenta

Todo cambio de año propicia una mezcla de esperanzas y propósitos que nos ayuda a mantener vigente nuestro compromiso con la vida. Es curioso, pero ... hasta en las circunstancias más adversas tendemos a creer que todo nos va a ir bien. No sé si eso es exactamente un mecanismo de defensa, pero nuestros cerebros funcionan así. Los psicólogos llaman a este fenómeno 'El sesgo optimista'. Podemos pensar que la pandemia es terrible, que la economía está hecha un desastre y que el planeta se rompe, pero eso no nos impide creer que nosotros, a nivel personal, tendremos suerte. Sin embargo, a nivel colectivo y para compensar tanta insensatez, está el sesgo pesimista de ser español, del que no se libran ni los catalanes. El pesimismo nacional español data del barroco, implosiona en Trafalgar y básicamente consiste en creer que aquí lo hacemos todo peor que los demás. O sea: en plan chapucero, más tarde y como a regañadientes. ¿Puede que haya algo de verdad en eso? Que cada cual se conteste a sí mismo. De todas formas, ese orgullo nacional de otros vecinos (franceses, ingleses o alemanes, por ejemplo), además de resultar ya un poco ridículo en sí mismo, tiene una pega importante, a mi modo de ver. Y es su baja tolerancia a la frustración. No soportan que las cosas les vayan mal. Es más, no lo pueden entender. Ahora están todos que echan chispas. Por eso, siempre he pensado que ser un poco pesimista está bien. Relaja mucho. Se moderan las expectativas y, al final, las cosas nunca resultan tan malas como podían haber sido. Pensaba que todo iba a ser peor, se dice a sí mismo el pesimista. Y esa es mi filosofía. Es mejor ser un poco pesimista. Ser solo optimista frustra mucho.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Aupa el Erandio

Aupa el Erandio