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Chernóbil desde dentro. efe

Chernóbil, memoria, prejuicios y colores

Mikel Mancisidor | Profesor de Derecho Internacional ·

Los rusos creen que desde fuera se les ve a través de un filtro que oscurece adrede su realidad, y lo cierto es que los demás tenemos motivos para aplicar ese filtro

Viernes, 5 de julio 2019, 00:27

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Escribo desde la Rusia profunda y vacía, al pie de los Urales. Desde una ciudad que mis ojos perciben como en colores terrosos, grises y ... azulados, donde la arquitectura de edificios de apartamentos remite a tiempos soviéticos y su urbanismo repetitivo y sin encanto me impide distinguir el centro de la periferia. El sol sale o se esconde y la lluvia va y viene sin anunciarse en los días que paso aquí. La universidad que me invita tiene la pátina de 70 años de estudios agrónomos y químicos, que alimentaban las necesidades de las principales industrias regionales. De pronto un aula, un pasillo, un despacho, unos baños, los cristales de una ventana e incluso la ropa de algún profesor me parece no haber cambiado desde los tiempos en que la ciencia y los principios marxistas maridaban en extrañas combinaciones. En el centro se mantiene aún un monumento a Lenin que me da la impresión de ser el más limpio y mejor mantenido de la ciudad.

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