Borrar
EFE

La búsqueda

Lunes, 11 de junio 2018

Comenta

Hay que llamar a las urnas, aunque ellas no respondan. Las nuevas elecciones serán cuando le convenga a Pedro Sánchez, no a sus opositores, y es venturosamente cierto que en España se crea empleo y crecemos más que en el resto de la Unión Europea. Son ventajas de ser los últimos. Todos los ojos que no bizquean están puestos en Alberto Núñez Feijoó. «Ojos que no ven lo que ver desean, qué verán que vean», se pregunta el Cancionero Anónimo y seguimos preguntándonos nosotros, que entonamos la misma canción. ¿Cuándo nos conviene a todos que sean las próximas elecciones? Depende de a qué llamemos todos. Y eso, en democracia, es el número más alto, ya que los votos se cuentan y no se pesan porque las básculas engañan.

La moción de censura se ha vuelto una emoción porque nuestra patria nunca es aburrida. ¿Cuánto durará este Gabinete, que es precisamente al que hemos elegido? Lo que parecía calculado para un año se ha dilatado porque el horizonte, cansado de estar tendido, ha resuelto incorporarse y Pedro Sánchez le ha pegado un quiebro a su leyenda de perdedor, quizá porque sabe que no hay ganadores aunque haya apostantes. Un miembro de la Familia Real está entre rejas y el nuevo presidente, que tiene un estilo diferente al de su predecesor, tiene que reparar los destrozos para no reconstruir con materiales de derribo. Muchos creen que lo más urgente es llamar a las urnas, antes de ver a un miembro de la familia del Rey detrás de las rejas. No sabemos si será el mejor programa, pero nadie ignora que es el único. Sánchez y los moderados del PDeCat buscan sitio, pero como están ocupados, se dan codazos y la búsqueda continúa.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo La búsqueda

La búsqueda