Ron Lalá y el Siglo de Oro

A Álvaro Tato no se le escapa el lenguaje de hoy, y no renuncia a los clásicos porque cree que siguen conservando todo su poder –la esencia de la sociedad sigue siendo la misma y a menudo en aquellos textos se habla de abusos de poder que no nos son desconocidos en absoluto–. Su tarea, cuando se pone ante un texto del Siglo de Oro y trata de trasladárselo al público actual, es «que sus versos lleguen como agua, que una obra escrita en romance, el verso del pueblo, hace 350 años, vuelva a ser del pueblo. Que sean versos sencillos, que sean como pedradas o cuchilladas, que emocionen, que hagan reír o llorar a lágrima viva, porque fueron pensados para eso y así es la historia».

Con los versos, el madrileño (1978) tiene experiencia propia, no solo en su faceta de ‘adaptador’. Son varios los poemarios que tiene en el currículum, empezando por dos en el año 2000, ‘Hexateuco’ (en la editorial Visor, Premio de Arte Joven de la Comunidad de Madrid) y ‘Libro de Uroboros’ (con Hiperión, III Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal). La lista de galardones no se queda ahí. Con ‘Cara máscara’ ganó el Premio Hiperión de Poesía en el año 2007, con ‘Gira’ el Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández en 2011) y más recientemente ha publicado ‘Zarazas. Coplas flamencas reunidas’ (2015) y ‘Vuelavoz’ (2017). Su trayectoria como poeta es fundamental para lanzarse a las versiones de obras de Calderón de la Barca y Lope de Vega, como ya decía al hablar de ‘El alcalde de Zalamea’. «Es una tarea titánica la de enfrentarse al inmenso verso de Calderón de la Barca, así que mejor si vienes de la poesía. Y del amor por el Siglo de Oro».

Y también por la Filología. Álvaro Tato es licenciado en Filología Hispánica por la Complutense. Pero no le bastaba con eso, y con la escritura de poesía, y realizó cursos de doctorado en Teatro Español, estudió Dirección de Escena en la RESAD y recibió formación escénica de Yayo Cáceres (otro de Ron Lalá, el director para más señas). Además, ha estudiado percusión flamenca y oriental, muy útil para esa compañía que aúna teatro, música y comedia. Él mismo imparte cursos y talleres de Dramaturgia y Verso en el Máster en Creación Teatral dirigido por otro grande la escena contemporánea, Juan Mayorga, en la Universidad Carlos III de Madrid; y no solo en esta institución.

Ron Lalá comenzó su andadura en 1996 en formato de café teatro y haciendo piezas con música y poemas para convertirse después en una compañía que le ha dado a Tato, y al resto de los componentes, la posibilidad de experimentar sobre escenarios de medio mundo. Y de recibir algunos reconocimientos, entre otros los premios Max al Mejor Espectáculo Musical 2017 y a la Mejor Empresa de Artes Escénicas 2013 –y a título personal, estar nominado a Mejor Actor de Reparto por ‘Cervantina’–. Tato también estuvo detrás de ‘El intérprete’, el espectáculo musical de Asier Etxeandia con el que el bilbaíno vendía todas las entradas allá por donde pasaba.