El enigma de la belleza

Será la OSE la encargada de abrir la semana próxima la temporada sinfónica. Lo hará en Pamplona (día 27), para acercarse al día siguiente a Bilbao y ya a partir del lunes, a Vitoria y San Sebastián. En los atriles, un programa inusual, con una obra de Webern (su op. 1, 'Passacaglia', que se articula en forma de variaciones), otra de Lazkano ('Hilarriak') y la Sinfonía Nº 1 de Sibelius. El finlandés es uno de los grandes protagonistas de la temporada, porque en el segundo programa del abono va la Sinfonía Nº 2 y más adelante una selección de la 'Lemminkäinen Suite'. «Hemos querido disponer dos miradas a dos sinfonías importantes firmadas por dos directores con gran personalidad (Treviño y Lindberg)», explica Oriol Roch, director general de la formación.

Roch asegura que la programación de la 2018/19 «no es demasiado atrevida. Al revés, es más bien conservadora», pese a que hay un estreno de Stephen Hough, que ha escrito una obra para piano y orquesta con una intervención estelar del txistu, y otro de Otaolea. También se repite una función con el Mandalain Ballet Biarritz sobre música de cuatro sinfonías de Haydn. A partir de ahí, una presencia relevante de la música rusa, con Rachmaninov por partida doble, Stravinski, Shostakovich y Chaikovski. En cambio, están ausentes Mozart, Schumann, Mendelssohn, Brahms y Ravel. Y hay una dosis significativa de Mahler, con su intensa Sinfonía Nº 9.

En el capítulo de los solistas, destaca Pinchas Zukerman, que hará también de director en el Concierto para violín de Beethoven y dejará su instrumento en el camerino para empuñar la batuta en la Sinfonía Nº 8 de Dvorák. Con él y James Ehnes, la orquesta pone «dos grandes chuletones de violín en la parrilla», en apreciación casi gastronómica de Roch. En el campo de los pianistas, la presencia de Alexei Volodin y Stephen Hough es lo más destacado. Se trata, además, de dos solistas «que ya han trabajado con Treviño y han tenido una gran conexión con él».

El cine y la música

Si el programa de la OSE es más compacto, el de la BOS contiene más novedades, empezando por una inauguración de temporada con proyección del filme 'West Side Story' e interpretación de la banda sonora (la parte instrumental) en directo a cargo de la orquesta. «Llevábamos tiempo dando vueltas a la idea de incluir bandas sonoras en la programación. Este mismo programa lo hicieron en Barcelona en enero y lo han repetido medio año después, lo que nos ratifica en que es algo que va a gustar al público», explica Borja Pujol, director técnico de la orquesta bilbaína.

El cine está presente también en un programa con la música utilizada por Stanley Kubrick en '2001', que iba a dirigir Jesús López Cobos. «Teníamos una especie de deuda –aclara Pujol– porque había grabado un disco con nostros con la Sinfonía de Arriaga pero en estudio, y nunca había dirigido a la BOS en concierto. Al fallecer, pensamos en introducir la 'Burleske' de Strauss, que tocará Josu de Solaun, con dirección de Christoph König.

La idea es que cada concierto sea un pequeño acontecimiento, vinculando además muchos de ellos a la naturaleza. Y con Mahler de nuevo en lugar preferente, también en este caso con dos de las grandes sinfonías: las Nos. 3, que dirigirá su titular Erik Nielsen, y la célebre 5, para la que se ha invitado a un reconocido especialista, Eliahu Inbal, que obtuvo un gran éxito hace dos temporadas con la Nº 7. La temporada cierra con Wagner y ya se anuncia de nuevo Bruckner para la 2019/20.

Entre los solistas de mayor interés, están la violinista Baiba Skride, que abordará el concierto de Britten, y su colega Franz Peter Zimmermann, con el primero de Martinu; la jovencísima soprano valenciana Marina Monzó (de solo 24 años), que tiene ante sí un muy difícil programa con piezas de Salieri y Mozart, bajo la dirección de Diego Martín-Etxebarria –de quien Pujol destaca su extraordinaria proyección en un tiempo muy breve–; el director Miguel Harth-Bedoya, a quien la BOS seguía desde hace tiempo; y por supuesto las pianistas Varvara, una estrella emergente aún poco conocida por aquí, y Khatia Buniatishvili, un prodigio de técnica que al tiempo es un fenómeno por su capacidad de comunicación con los espectadores más jóvenes. Carlos Mena, finalmente, protagonizará un programa barroco con arias para contratenor en el que también Nielsen estará en el podio.

Todos ellos abordarán una temporada ecléctica, con muchos destellos, en la que además dos orquestas foráneas ocuparán el lugar de la BOS, que se trasladará a Omán para participar en una producción de 'Madame Butterfly' firmada por el festival de Perelada. Se trata de las sinfónicas de Castilla-León y Navarra.

Y como broche, una gran dama del piano en un concierto fuera de abono: Maria Joao Pires, en la gira con la que se despide de los escenarios, estará en el Euskalduna en un programa con sonatas de Mozart y los 'Nocturnos' de Chopin, una de sus grandes especialidades. Una cita para no olvidar.

El Arriaga tiene una modesta programación clásica. Modesta en cuanto al número de funciones, pero muy variada y de calidad notable. La temporada se abre en noviembre con las hermanas Labeque y su original recreación de obras vascas en 'Amoria'. Tras un 'Carmina Burana' con la Fura en pleno puente de la Inmaculada, sigue un prometedor recital titulado 'Ametsean', con canciones vascas a cargo de la soprano Miren Urbieta-Vega y el pianista Rubén Fernández Aguirre. Para conmemorar el nacimiento de Mozart y Arriaga, para el 27 de enero el teatro ha organizado un concierto con obras de ambos. En marzo, Ainhoa Arteta subirá al escenario con un programa de obras de compositoras de diferentes estilos. El gran contratenor Philippe Jaroussky dará un recital ya en abril. Y para terminar la temporada, Luis de Pablo estrenará la cantata 'La caída de Bilbao', que estará interpretada por la BOS y la Coral de Bilbao. Promete ser uno de los grandes acontecimientos del año.