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‘Retrato de joven’ (Giustiniani), Anónimo atrib. Giorgione/Tiziano, 1504.
Abanderado tenue del Cinquecento

Abanderado tenue del Cinquecento

La Royal Academy de Londres acoge una muestra de 50 obras que constata la influencia de Giorgione y otros pioneros de la escuela veneciana

BEGOÑA GÓMEZ MORAL

Viernes, 20 de mayo 2016, 13:35

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Sucedió en Venecia hace casi exactamente cinco siglos. En apenas diez años la pintura se liberó de los últimos restos de rigidez arcaizante para acceder a un periodo de esplendor sin comparación en la historia de la ciudad y decisivo para el arte europeo. La Royal Academy de Londres presenta 'En la era de Giorgione' una revisión enfocada sobre la primera década del siglo XVI como tiempo clave para entender la escuela veneciana y su trascendencia. En esos años Giorgione, Tiziano, Giovanni Bellini, Sebastiano del Piombo y Lorenzo Lotto adoptaron como distintivo la expresividad del color en contraposición al 'disegno' florentino y dieron los primeros pasos de un camino que desemboca en la modernidad. La exposición reúne alrededor de 50 obras fruto de sus pinceles y ofrece la oportunidad de descubrir maestros menos reconocidos, como Giovanni Cariani o los Campagnola. Da también cumplida cuenta de la influencia ejercida y recibida por la pintura del norte de Europa a través de Alberto Durero, que visitó Venecia entre 1505 y 1507, y brinda ocasión de admirar de cerca el retrato de 'Burkhard von Speyer', entre otras obras del pintor alemán.

En los primeros años del siglo XVI, Bellini comienza a transformar la escena de la pintura veneciana favoreciendo una forma incipiente de naturalismo, pero fueron artistas de la siguiente generación, sobre todo Giorgione y Tiziano, quienes protagonizaron el nuevo estilo. Giorgione atravesó la primera década del siglo como estrella fugaz con una enorme influencia y poder de renovación. Tras su muerte, los avances culminaron con Tiziano, que en poco tiempo sería el principal artista de Venecia y una fuerza de la naturaleza dentro de la Historia de Arte.

Artista y músico

¿Quién es Giorgione? ¿Quién es ese pintor que da nombre propio a una exposición en la que participan artistas de la magnitud de Tiziano o Durero? De su vida no se sabe mucho. Entre los escasos datos que han trascendido están algunas anécdotas escritas por Vasari, que lo describe como magnífico artista, músico y cantante «divino», y el lugar de su fallecimiento, en la isla de Lazzaretto Nuovo, a causa de la peste. Sin embargo, la cualidad elusiva de su pintura es tan personal que, a pesar de morir en 1510 con tan solo 33 años, su legado se deja sentir de forma sutil y sostenida en la pintura europea. Giorgio Barbarelli da Castelfranco, conocido como Giorgione (gran Giorgio), trabajó sobre todo para un tipo de patrón cultivado y entendido en arte. Durante poco más de 10 años de actividad como pintor, alentó un estilo de retrato imbuido de melancolía y un paisaje pastoral con el carácter de un personaje principal en las escenas tanto sagradas como profanas que acometió. Sus composiciones son particulares. No hace falta volver sobre 'La tempestad', que jamás abandona la Accademia de Venecia, para percibir que su forma de disponer las figuras en el paisaje se salta unas cuantas leyes del equilibrio y, sin embargo, funciona como un encantamiento.

Hoy, solo unas pocas obras se asignan a su mano con seguridad. Para algunos expertos son diez, para otros apenas llegan a seis. La cuestión de las atribuciones suele estar en la periferia de la obra de cualquier pintor; en Giorgione es central y la exposición londinense lo asume con tres cuadros identificados por completo y una suerte de galería fantasma de pinturas que han sido 'suyas' en algún momento, pero ya no lo son y otras que tampoco lo son, pero podrían llegar a serlo. Hay un tercer grupo que oscila entre las dos categorías, como el retrato 'Giustiniani', protagonista de una iniciativa de la Royal Academy, que ha contado con la argumentación de un experto a favor del joven Tiziano y otro a favor de Giorgione para recabar después la opinión del público sobre la autoría del cuadro.

Una atmósfera

El contenido se organiza en cuatro secciones: retratos, paisajes, obras devocionales y alegorías. El visitante explora la belleza idealizada, la expresividad y el color que dan carácter al 'Cinquecento' veneciano, siempre al amparo de la influencia luminosa de Giorgione. El espacio central de la primera sala lo ocupa el 'Retrato de un hombre' o 'Retrato Terris', la joya más preciada del californiano Museo de San Diego. Con una técnica similar al 'sfumato' de Leonardo, que visitó Venecia en 1500, trasciende la representación física del modelo y ejemplifica la «manera moderna». Es una de las dos pinturas conocidas con una inscripción en la parte de atrás que las confirma como 'giorgiones'. En la siguiente sala se encuentra 'Il tramonto' (La puesta de sol), un paisaje característico del pintor en el que la atmósfera es la verdadera protagonista. Por desgracia, la zona derecha del lienzo procede casi en su totalidad de una restauración del siglo XX, igual que el título. En la última sección se halla la tercera pintura de Giorgione. Se trata de 'La vecchia' (La anciana) y se interpreta como una alegoría del paso del tiempo, aunque la pintura destila un grado de respeto y sensibilidad que puede llevar a aventurar que pueda ser un retrato de su madre anciana.

Mientras Bellini continuó siendo admirado por sus piezas de altar inconfundibles, fue Tiziano quien desarrolló la potencia y la sutileza del color y lo llevó a otra escala. Entre los dos está Giorgione, una sombra formidable en el centro del centro de la pintura europea.

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