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Leonard Cohen.
Treinta años gritando 'Hallelujah'

Treinta años gritando 'Hallelujah'

Una de las canciones más afamadas del fallecido Leonard Cohen llegó a contar con hasta 80 estrofas. Como legado, ha inspirado decenas de versiones: desde la popular y dulce de Jeff Buckley hasta el flamenco-rock de Enrique Morente y Lagartija Nick

Eider Burgos

Miércoles, 23 de noviembre 2016, 22:55

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Dos semanas después de la muerte del cantante y poeta Leonard Cohen (21 de septiembre de 1934, Westmount, Quebec - 7 de noviembre de 2016, Los Ángeles), aficionados, prensa y recién iniciados siguen desgranando su extenso legado. Su repentina marcha ha relanzado una discografía cargada de clásicos que de nuevo se colocan entre lo más escuchado: el pasado mes de octubre publicó su último trabajo, 'You Want It Darker', pero antes se enamoraron muchos de 'Suzanne', de 'Take This Waltz', de 'Dance Me to the End of Love'... y de 'Hallelujah', por encima de muchas otras. Esta última se ha conseguido colarse por primera vez en la lista de las 100 canciones más vendidas en Estados Unidos entrando directamente en el número 59 (en la última semana, informa Billboard, la canción se ha reproducido 3,8 millones de veces, un incremento de un 279 por ciento).

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  • LA LETRA

  • Now I've heard there was a secret chord

  • That David played, and it pleased the Lord

  • But you don't really care for music, do you?

  • It goes like this

  • The fourth, the fifth

  • The minor fall, the major lift

  • The baffled king composing Hallelujah

  • Hallelujah (x4)

  • Your faith was strong but you needed proof

  • You saw her bathing on the roof

  • Her beauty and the moonlight overthrew you

  • She tied you to a kitchen chair

  • She broke your throne, and she cut your hair

  • And from your lips she drew the Hallelujah

  • Hallelujah, Hallelujah (x2)

  • You say I took the name in vain

  • I don't even know the name

  • But if I did, well really, what's it to you?

  • There's a blaze of light

  • In every word

  • It doesn't matter which you heard

  • The holy or the broken Hallelujah

  • Hallelujah, Hallelujah (x2)

  • I did my best, it wasn't much

  • I couldn't feel, so I tried to touch

  • I've told the truth, I didn't come to fool you

  • And even though it all went wrong

  • I'll stand before the Lord of Song

  • With nothing on my tongue but Hallelujah

  • Hallelujah, Hallelujah (x8)

  • Hallelujah

Un reconocimiento que no fue tal el año de su lanzamiento, 1984, dentro del álbum 'Various Positions'; ni siquiera para los productores del disco que, después de cinco años de silencio del artista, consideraban que aquella no era la vuelta adecuada a unos escenarios dominados por la música pop. Se llevaba la música fácil y los sintetizadores. ¿A dónde iba Cohen con góspel y referencias bíblicas?

Contó el propio poeta a la revista 'SongTalk' lo difícil de aquella composición. De sus noches en una habitación del Royalton Hotel de Nueva York tumbado en el suelo en ropa interior, dándose cabezazos contra la alfombra a ver si obtenía la inspiración a golpes. Hasta 80 posibles estrofas llegó a componer el 'trovador de la voz cavernosa' antes de dar con la versión última. El asunto era delicado: recurrir a la tradición judeocristiana sin convertir la canción en un himno religioso. Porque puede que 'Hallelujah' hable del rey David y de cómo compuso el canto de júbilo 'aleluya' para agradar al señor o de otros tantos como Sansón y Dalila. Pero no: el 'Hallelujah' de Cohen no trata de Dios ni de la fe cristiana, sino de la felicidad y el dolor que provocan entregarse al amor incondicional y a la lujuria. «Puede ser jubilosa o agridulce dependiendo de qué parte escojas», ha alabado la revista 'Time'.

Aunque la composicion final fue recibida con éxito desigual, parecía hechizar si se escuchaba con detenimiento. Así le ocurrió a un chaval californiano de 28 años una década después de que Cohen lanzase el tema, en la casa de un amigo, mientras reproducían un grandes éxitos. La suya, y no la de otros gigantes como U2, Bon Jovi o Justin Timberlake, fue la que se incrustó en el imaginario de medio mundo. Un disco y un piano le valieron a Jeff Buckley para apropiarse de uno de los poemas más afamados del poeta canadiense.

Jeff Buckley

Solo un disco publicó el joven Jeff Buckley -la muerte le encontró pronto, a los 30 años-; solo uno, 'Grace' (1994), que ya le valió para hacer como suyo este sentido grito de júbilo. Tanto, que cuando la revista 'Rolling Stone' tuvo que elaborar la lista de 'Las 500 mejores canciones de la historia', la que se incluyó en el puesto 259 fue la versión del compositor californiano y no la de su autor canadiense. Mejor le fue con la revista 'Q', que la elevó al primer puesto de 'Las 10 mejores canciones de la historia', según el juicio de 50 cantautores. Puede que el secreto residiera en su profunda comprensión del tema: «Quienquiera que escuche atentamente la canción descubrirá que es una canción sobre sexo, sobre amor, sobre vida en la tierra», explicó una vez. «El 'aleluya' no es una alabanza a una persona a la que adorar, a un ídolo o a un dios; es un 'aleluya' al orgasmo. Una oda a la vida y al amor».

Buckley comenzó a tocarla en los conciertos que otorgó durante el '92. La recepción fue tan buena, que acabó por incluirla en su primer y único álbum. La pena es que Buckley no llegara a experimentar la resaca de éxito de la que, décadas después, seguiría gozando su 'cover'. En 1997 el cantante fue hallado muerto en un lago de Memphis, en Tennessee, en extrañas circunstancias.

John Cale

La de Buckley es con toda seguridad la versión del 'Hallelujah' más popular de todas las que se han compuesto hasta la fecha, pero no la primera. Miembro fundador de la Velvet Underground junto a Lou Reed -duró apenas cuatro años en la banda-, John Cale realizó la primera 'cover' del tema de Leonard Cohen en 1991. La escuchó por primera vez en un concierto del canadiense y no pudo resistirse a pedirle la letra. Cohen accedió, y unos días después le envió por fax unas 50 páginas con estrofas (¿recuerdan las 80 originales?). Según Cale, «se limitó a coger las más pegadizas», aunque ya existía una versión estándar del tema.

La de Cale es una 'cover' acompañada solo por el piano que llegó a formar parte de la banda sonora de la cinta de Pixar 'Shrek' (2001), aunque fue la versión de Rufus Wainwright la que fue incluida finalmente en el disco de la BSO. A pesar de que fue grabada hace quince años, el vídeo oficial no fue publicado hasta el pasado 2 de noviembre cinco días antes del fallecimiento de Leonard Cohen.

Rufus Wainwraight

Dos meses antes de la muerte de Jeff Buckley, el californiano y el cantautor canadiense Rufus Wainwright coincidieron al final de un concierto. Debieron entablar una estrecha amistad, puesto que años después Wainwright decidió homenajear al artista fallecido interpretando una 'cover' de su 'cover', en la misma línea, solo frene al piano. Su enternecedora versión entró a formar parte del disco de la BSO de 'Shrek' que consiguió ser doble platino en Estados Unidos con más de dos millones de ventas en 2003.

Pero sentarse frente al piano a entonar «¡aleluya!» no es el único lazo que une a Wainwright con Cohen. Y es que Rufus es el padre biológico de Viva, la nieta del poeta. Lorca Cohen decidió ser madre soltera en 2011, para lo que contó con la ayuda de su amigo para someterse a un proceso de fecundación 'in vitro'. Rufus Wainwright se convirtió, por tanto, en el yerno 'biológico' de Leonard Cohen.

Pentatonix

Pentatonix (abreviados como PTX) es una de esas bandas nacidas de los virales de Youtube. Es un grupo de cinco jóvenes que cantan a capela, esto es, que todos los instrumentos que te parezca escuchar en sus canciones son en realidad producto de sus voces -incluso la percusión, que la realizan con su propio cuerpo-. El perfeccionamiento en sus composiciones les ha llevado a ganar dos premios Grammy al Mejor arreglo, instrumental o a capela por sus versiones de 'Daft Punk' y 'Dance of the Sugar Plum Fairy'.

Su 'Hallelujah', publicado -tremendas casualidades- solo dos semanas antes de la muerte del maestro Cohen, acumula ya más de 56 millones de reproducciones. En un efectivista 'crescendo' de voces, desde la más grave a la más aguda de la formación, los chicos de PTX consiguen poner los pelos de punta en una versión que se aleja de la perspectiva religiosa y se acerca más a la emocional.

Enrique Morente y Lagartija Nick

Si Leonard Cohen llegó a ser una de las figuras más importantes de la poesía contemporánea fue gracias a la temprana lectura que hizo de la obra del autor granadino Federico García Lorca. Así lo reconocía el propio canadiense cuando en 2011 llegó a Oviedo a recoger su premio Príncipe de Asturias de las Letras.

En 'Omega' (1996), los también granadinos Enrique Morente y Lagartija Nick decidieron hacer un dos por uno y elaborar un disco homenaje a Cohen y Lorca en clave mixta de flamenco y rock. El álbum elabora varios 'covers' del primero y pone música a los versos del segundo. Trece temas nada fáciles de escuchar, incomprendidos al principio pero que, con el tiempo, han sido elevadas a la categoría de obra de culto y que supuso toda una revolución dentro del mundo del flamenco-fusión.

Lindsey Stirling

Puede que su nombre no sea conocido a pie de calle, pero es toda una celebridad en Youtube. Lindsey Stirling es una graciosa violinista capaz de combinar piruetas y frenético baile sin perder ni una sola nota en su instrumento. Este mismo talento le llevó en 2010 a los cuartos de final del programa de talentos 'American Got's Talent'. En su videografía, versiones desde el rock gótico de Evanescense al electro pop de LMFAO; interpretaciones de la banda sonora de videojuegos como la saga Zelda o Skyrim (disfraz incluido); o temas propios en las que combina el sonido clásico del violín con la contundente electrónica del dubstep.

En diciembre del año pasado, con la Navidad a la vuelta de la esquina, Stirling se escondió bajo una peluca y una sudadera y en los andenes del metro, a modo de cámara oculta, interpretó el 'Hallelujah' eso sí, dándole ese toque cristiano que precisamente Cohen quería evitar.

Alexandra Burke

En 2008, Reino Unido lloró como hacía tiempo con la sentida canción de Cohen o más bien con la que lanzó Buckley. Alexandra Burke, finalista de la edición británica de aquel año de 'Factor X', se hizo con el concurso gracias a la versión del estadounidense. No hubo pañuelos para todos en aquel plató.

La popularidad del 'talent show' relanzó el single de Buckley -para pesar de sus fans más acérrimos, que criticaron el toque comercial que le dieron a la versión de Burke-, que se alcanzó el segundo puesto de las listas de éxitos en Reino Unido durante la Navidad de aquel año (la de Cohen llegó al puesto 36). El número uno fue para la interpretación de la propia Burke que logró 105.000 descargas en un solo día en iTunes, desbancando a Leona Lewis, que ostentaba el récord; llegó a las 576.000 descargas en una sola semana, convirtiéndose Burke en la mujer que más rápido ha conseguido vender un single en la islas británicas.

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