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Anthony Quinn recogiendo su Oscar como mejor actor secundario por la película 'El loco del pelo rojo' (1956). Reuters
Anthony Quinn, el primer hispano que ganó un Oscar

Anthony Quinn, el primer hispano que ganó un Oscar

Lecciones de cine ·

Guillermo del Toro podría sumarse a la lista de hispanos con un Oscar que inauguró el protagonista de '¡Viva Zapata!' (1952)

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Jueves, 15 de febrero 2018, 08:57

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Anthony Quinn (1915-2001) nació en Chihuahua (México), de padre mexicano con sangre irlandesa y madre india piel roja. Su infancia y adolescencia trancurrieron en los suburbios de Los Angeles, dobde trabajó desde niño en los más diversos oficios, desde limpiabotas a bracero agrícola. A los 16 años inició una fugaz carrera como boxeador, que abandonó para estudiar arquitectura, que también dejó para hacerse actor, matriculándose en la escuela dramática de la actriz Katherine Hamil.

Mae West le elige personalmente para debutar en el teatro, pero el fracaso de la obra y el escaso sueldo conducen sus pasos a Hollywood. Debuta en el cine a los 21 años, como extra en la película 'The Milky Way' (1936) y con un papel en el filme 'Parole' (1936). En ese tiempo conoció a la hija del director Cecil B. De Mille, Katherine, y se casa con ella; sin embargo, su suegro no lo ayudó mayormente en su carrera pese a que era uno de los jefes de la Paramount.

Su apariencia multiétnica y su paso por el boxeo, marcan sus facciones, por lo que sigue interpretando roles secundarios como piel roja, mafioso italiano, gánster, chino, árabe, filipino e hispano durante la década de 1940. Rodó alrededor de 15 filmes, encasillándose en papeles de hampón, villano y personajes de dudosa reputación.

Sus estatuillas en los Premios Oscar

A fines de la década de los años 40 volvió al teatro, obteniendo éxito en Broadway con 'Un tranvía llamado deseo', de Tennessee Williams. Entre 1949 y 1951 trabaja en series de televisión hasta que en 1952 Elia Kazan le llama para que de vida a Eufemio Zapata, en su película '¡Viva Zapata!', logrando el Oscar al mejor actor de reparto. Fue la primera ocasión en la que un actor de origen hispano recibió el premio. Sin embargo su apariencia le sigue encasillando en papeles de macho o duro, y continua interpretando a piratas y aventureros en sus siguientes filmes.

En 1953 viaja a Italia donde, después de participar en algunas películas, logró el papel principal en 'La Strada' (1954) de Federico Fellini, que gana numerosos premios internacionales. Con esta película inicia una nueva faceta interpretativa, marcada por el dramatismo y la intensidad de sus personajes, bajo la dirección de importantes directores como George Cukor, Martin Ritt, Edward Dmytryk, John Sturges y Nicholas Ray, entre otros. También el paso a la madurez (cumplió 40 años en 1955) cambió su aspecto físico, lo que lo ayudó a conseguir personajes de carácter.

Su segundo Oscar llega en 1956, de nuevo como mejor actor de reparto, por su rol del pintor Paul Gauguin en la película 'El loco del pelo rojo', del director Vincente Minnelli, sobre la vida de Vincent Van Gogh. Es destacable señalar que Quinn solo aparece 8 minutos en la película. En 1956 hace una notable interpretación de Quasimodo en el film 'Notre Dame de Paris', junto a Gina Lollobrigida y en 1958 debuta como director con una nueva versión de la película 'El bucanero' (‘The Buccaneer’), en la cual había participado en un papel secundario en la versión de 1938. Esta segunda versión sería su única experiencia como director de cine.

A comienzos de la década de 1960, y dentro de la moda de cine histórico imperante en la época, interpreta destacados papeles en las películas 'Los cañones de Navarone', (1961), 'Barrabás' (1961) o 'Lawrence de Arabia' (1962), que rueda en Europa. En 1964 hace el papel que le marcaría el resto de su vida, la interpretación del viejo Alexis Zorba en 'Zorba, el griego' (1964), del director chipriota Michael Cacoyannis, por el que fue nominado al Óscar al mejor actor principal. Anthony Quinn participa además como coproductor de la película.

Personajes memorables

En los últimos años de la década de los 60 logra personajes memorables en películas como 'La hora 25' (1967), donde interpreta a un prisionero rumano convertido en un soldado alemán, cuyo perfil 'ario' es canonizado por los nazis; a un bandido confundido por un clérigo en 'Los cañones de San Sebastián' (1967), a un Papa ruso en 'Las sandalias del pescador' (1968) y a un borrachín en 'El secreto de Santa Vittoria' (1969), donde hace gala de sus mejores dotes histriónicas. La década de 1960 fue la mejor etapa de su carrera. De los 70 cabe destacar a un convincente sordomudo en el spaghetti-western 'Los amigos' (1973), junto italiano Franco Nero, a Caifás en la miniserie de televisión 'Jesús de Nazaret', de Franco Zeffirelli (1977), a Hamza Ibn Abd al-Muttalib, el tío de Mahoma, en la película 'El Mensajero', dirigida por el sirio Moustapha Akkad, en la que se retrata la vida de Mahoma y los inicios del islam, siendo la única película que sigue fielmente a la historia del Profeta, o el líder libio Omar Mukhtar en 'El león del desierto' (1979).

En 1981 rueda en España 'Valentina', primera parte del díptico basado en la obra de Ramón J. Sender 'Crónica del alba', donde interpreta a Mosén Joaquín, cura de un pueblecito aragonés preceptor de un jovencísimo Jorge Sanz. Aún trabajaría más veces en España: a las órdenes de José Antonio de la Loma en 'Pasión de hombre' (1989) y en 'Tierra de cañones', de Antoni Ribas (1999). Sus últimos años los dedicó a su otra gran pasión, la pintura.

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