«La película es una falsa ficción»

Es una película radicalmente diferente a tu anterior filme, 'La banda Picasso'.

Esta alternancia es algo que he ido haciendo en toda mi carrera. En 'La banda Picasso' estuve siete años con el guion. Cuando empecé a finales de los 70 y en los 80, las películas se hacían, se estrenaban y gustaban o no gustaban. Al ser películas de menos presupuesto era más sencillo todo. Hoy, levantar una película de dos o tres millones es bastante complicado porque cada vez interfiere más gente.

¿Qué ventajas tiene un filme pequeño?

He tenido varios privilegios. Uno de ellos fue no necesitar de un guion para levantar el filme. Lo fui escribiendo cuando lo necesitaba, no lo he tenido que preparar años antes. Otro lujo ha sido poder volver a rodar un 20% para cambiar cosas un año después.

¿Por qué Menorca?

Para hacer una película así necesitas algo especial. Menorca me daba una unidad de forma y de estilo. También me da una unidad estética. Es una isla muy inspiradora. Llevo casi 30 años queriendo hacer una película en Menorca. El título se me ocurrió cuando salió la canción de Madonna, en los 80.

Diálogos improvisados

Hay cine dentro del cine, toques de documental y muchos personajes tienen el nombre de los actores.

El hecho de que los personajes se llamen igual que los actores es una cuestión práctica. Como muchos de los diálogos están improvisados al final nos era más fácil llamarnos por nuestro nombre real. Luego está el personaje de Lilian Caro, que es de las pocas actrices profesionales que hay y no se llama como ella, porque trabajó de forma menos improvisada. Hay otros actores profesionales, pero son debutantes. La película no es tanto un falso documental (eso que ahora está tan de moda), sino más bien una falsa ficción.

¿Cómo elegiste a la chica y a los chicos jóvenes?

Hubo un cásting pero se decidió como dos años antes. El hecho de que Olivia fuera actriz era muy importante en la película. La idea era que ella y yo cargáramos con el peso de la película porque éramos los únicos que estábamos full-time dedicados a esto.

Los dos grandes temas de la película son el arte y las relaciones humanas.

Es verdad. Sobre las relaciones humanas queríamos que de alguna forma cada uno diera un matiz distinto a las relaciones familiares, amorosas y amistosas. Por otro lado en lo del mundo del arte se producía una contraposición entre el arte puro y la publicidad que me interesaba dramáticamente para la historia.

Hablas de lo maltratada que está la cultura.

Efectivamente. Este último año se ha dado la paradoja de que el cine español ha sido el más brillante en décadas desde el punto de vista industrial pero al mismo tiempo las películas pequeñas como la mía no tienen ningún tipo de ayuda. El Ministerio de Cultura apuesta por la película industrial, cosa que me parece correcta, pero que desatiende completamente a la película independiente. Esperemos que esto se solucione con los cambios que deseamos para este país.

Tras trabajar con esta libertad, ¿te quedan ganas de rodar pelis convencionales?

Me gustaría repetir esa experiencia pero de momento estoy trabajando en un guion de forma más tradicional. Entre otras cosas porque esta película la hemos hecho en cooperativa y necesito trabajar para vivir.