Cuando el remake no es necesario

Cuando las ideas se agotan toca estrujarse la cabeza y si no sale nada siempre se puede rescatar una antigua-buena idea y darle un nuevo uso. En esa tesitura parece que se encuentran las cadenas americanas que, ante la sequía de novedosos proyectos, se están dedicando a desenterrar viejos éxitos para volver a ponerlos en circulación en la pequeña pantalla. Los 'remakes' no se inventaron antes de ayer, han sido una práctica constante desde que la tele es tele y su objetivo ha sido, principalmente, rentabilizar o trasladar un triunfo pretérito. Los estadounidenses suelen practicarlo a menudo. 'Hawaii 5-0', por ejemplo, lo es de una producción de idéntico título que se emitió en los años 70 y de la que se mantienen los personajes y la mítica sintonía. No tuvieron igual fortuna las versiones renovadas de 'Dallas' (que contaba con el mismísimo JR hasta que se murió), de 'Sensación de vivir' (en la que intervinieron Brenda y Kelly) o de 'Melrose Place'. Una práctica habitual es realizar adaptaciones de producciones de otros países. Lo hicieron con las británicas 'The office' o 'Shameless', con la colombiana 'Yo soy Betty, la fea', la israelí 'Hatufim', que conocemos como 'Homeland', la danesa 'Forbrydelsen', que pasó a ser 'The Killing', o la española 'Los misterios de Laura'. No es una tendencia exclusivamente yanki. En España se han perpetrado 'remakes' de títulos clásicos como 'Cheers', 'Las chicas de oro' o 'Matrimonio con hijos'. Pero no nos referiremos a ellos en este reportaje.

Lo que antes era un hecho anecdótico que proponía un productor cada cierto tiempo es hoy una ocurrencia constante. ¿Por qué? La burbuja de las series exige nuevos títulos con frecuencia y un montón de contenidos para todos los canales de televisión y plataformas que están surgiendo. Y al final es lógico que se acaben los guiones originales y haya que tirar de este recurso. En lo que va de año se han anunciado una decena de versiones de títulos populares de otras décadas. Y no todas han provocado el mismo entusiasmo.

Las más aplaudidos han sido 'Twin Peaks' y 'Expediente X', que verán la luz en los próximos meses en los canales Showtime y Fox. Con la primera existe la sensación de que se interrumpió abruptamente y nunca llegamos a saber a dónde quería llegar exactamente David Lynch. No es una suposición sin ninguna lógica. ABC canceló la serie después de su segunda temporada ante el descenso de audiencia que experimentó la producción una vez se desveló quién había matado a Laura Palmer. A Lynch le sentó tan mal que se vengó haciendo que el espíritu maligno se apoderase del bueno del agente Cooper en la última secuencia, algo que los espectadores no encajaron demasiado bien. En aquel desenlace quedaron además muchas preguntas en el aire, como de qué modo asumió Donna el descubrimiento de quién era su verdadero padre, qué sucedió con Audrey, atrapada en un banco en el que explotó una bomba; o qué pasaba en la famosa habitación roja. Posiblemente estas dudas ni se resuelvan. Ni falta que hace. Lo que realmente quieren los seguidores de 'Twin Peaks' es regresar a un universo que ha ido ganando adeptos a lo largo de los años, gracias al hype que logró la serie, a su revalorización y a las visiones que ha conseguido por las ediciones en DVD. La excusa para esta nueva puesta a punto es la promesa que Laura Palmer le hacía en sueños a Cooper de reencontrarse 25 años después. 'Expediente X' no dejó tantas cuentas pendientes, pero su listón siempre se mantuvo muy alto. Cierto es que las dos últimas temporadas no estuvieron a la altura de las anteriores y que las idas y venidas de los protagonistas lastraron los últimos episodios pero aún así no consiguieron amargar el buen sabor a sus adeptos. Su regreso se ha planteado como un pequeño regalo para fans, con reencuentro de los personajes en seis episodios que se venderán como acontecimientos únicos.

Peor justificación a la hora de retornar tienen viejos éxitos como 'El príncipe de Bel Air'. Sí, los espectadores de los noventa descubrimos gracias a ella a Will Smith y nos divertimos muchísimo con el baile de Carlton y con las ocurrencias de Jazz, pero poco más puede aportar. Su misión era divertir y lo consiguió con seis temporadas y casi 150 episodios, pero ni narrativamente ni en cuestión de formato descubrió demasiado. Después han llegado comedias mucho mejores y con argumentos con más recorrido que el que pueden generar las travesuras de un chico de barrio en un mundo de ricos. Will Smith fue el que anunció que volvería la producción que lo encumbró pero tampoco ha avanzado mucho más sobre cómo se desarrollará el proyecto.

En idéntica y fría situación se encuentra el nuevo 'MacGyver', basado en el título de los años 80 en el que el protagonista era un agente al servicio de la Fundación Phoenix que zanjaba los problemas usando la inteligencia y la pericia a través de inventos técnicos. A esta producción le puede suceder lo que le pasó al remake 'El coche fantástico', que a las nuevas generaciones les deje indiferentes y les cause hasta un poco de risa. Porque a los niños de los ochenta les sorprendía un coche que hablase y que acudiese a la llamada de su dueño a través de un reloj, pero a los de hoy en día, en cuanto a tecnología, no les deslumbra casi nada. Pues con 'MacGyver' es probable que pase algo similar. Hace treinta años era alucinante que alguien consiguiese salvar cualquier escollo con ayuda de un chicle, un mechero o una navaja, pero en la actualidad, que con una tecla del móvil se pueden realizar infinidad de tareas, será más difícil dejar con la boca abierta al televidente. La CBS se ha puesto manos a la obra, pese a todo.

La decisión, no obstante, parecía más una reacción al anuncio que había hecho Fox unos días antes de resucitar 'El equipo A', que ya tuvo no hace mucho una versión cinematográfica. De nuevo volverán a ser un grupo de renegados salidos de las Fuerzas Especiales, que fueron acusados de un crimen que no cometieron y que pasan sus días huyendo de la ley y ayudando a los necesitados. La novedad estribará en que esta vez el conjunto estará formado por hombres y mujeres. En la versión original las damas iban y venían (pasó por allí hasta la inclasificable Ana Obregón), pero en la actual van a ser fijas y con la misma importancia que ellos. La Ley de Igualdad se lo agradecerá. Aparte de eso poco aliciente más ofrece.

A todas estas se une un 'spin-off' de 'Padres forzosos', protagonizado por la hija mayor de la familia y que reunirá de nuevo a casi todos los protagonistas, excepto a las díscolas gemelas Olsen. Netflix será la encargada de quitarle el rastro de naftalina que despide la serie original para adaptarla al resto de contenidos que ofrece. Y la continuación de 'Prison Break', que si ya le sobraron dos temporadas en su día poco sentido tiene que se plantee ahora una nueva, pero Fox así lo ha decidido y situará la nueva trama varios años después. El despropósito puede ser parecido al que ha resultado el regreso de 'Héroes', que en su primera vez en la pequeña pantalla ya tuvo que ser retirada por no tener más recorrido y ahora va camino de un final calcado. Cualquier tiempo pasado no fue mejor. Echar la vista atrás no es bueno a veces. Karina no tenía ni idea de series de televisión.