Borrar
El debate electoral de EL CORREO con los candidatos, en directo a las 11.00 horas
Benzema celebra un gol contra Honduras.
Benzema es el gallo
Primera Fase

Benzema es el gallo

El delantero se estrena con un doblete y lidera a Francia en su goleada ante una dura Honduras, que jugó con diez todala segunda parte

Robert Basic

Domingo, 15 de junio 2014, 00:44

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Francia comenzó con buen pie su aventura en el Mundial y pasó por encima de una durísima Honduras gracias a los goles y el liderazgo de Karim Benzema, quien se estrenó ayer con un doblete -pudo haber sido incluso un hat-trick, pero finalmente el segundo tanto se le adjudicó al guardameta Valladares- y asfaltó el camino hacia la victoria. Los 'bleus' impusieron la lógica ante un rival con mucho músculo y poco fútbol, que en más de una ocasión cruzó el límite de la legalidad y calentó las tibias de los futbolistas galos.

Los franceses confesaron unos días antes del partido que no sabían absolutamente nada de Honduras. De hecho, algunos de sus jugadores no supieron nombrar ni un solo futbolista rival y se limitaron a destacar su solidez como bloque, una solidez que Didier Deschamps calificó de «violencia» y molestó sobremanera a los muchachos entrenados por el colombiano Luis Fernando Suárez. El seleccionador galo advirtió de la dureza del combinado centroamericano, que efectivamente se reveló como un conjunto físico, robusto y contundente en los duelos. Una cuadrilla de forzudos capaz de tirar un muro a cabezazos y que no da un paso atrás ni para tomar impulso. El caso es que los galos se mostraron inconexos e imprecisos en los minutos iniciales, precipitados en el pase y con demasiadas prisas por abrir el marcador, pero poco a poco se hicieron con el control del partido y comenzaron a llegar con claridad a los dominos del guardameta Valladares.

La principal novedad en la alineación de Deschamps fue la presencia de Griezmann, quien se situó en la banda izquierda y de esta manera ocupó el sitio del ausente Ribéry. El técnico de Baiona pudo haber apostado por el instinto matador de Remy o de Giroud, sobresalientes en sus respectivas temporadas con el Newcastle y Arsenal, pero finalmente apostó por el realista y mantuvo su dibujo original. El extremo cumplió con creces e incluso pudo marcar en el minuto 23, pero su cabezazo a centro de Evra se estrelló en el larguero. Poco antes Matuidi corrió la misma suerte, aunque su disparo primero fue rozado por Valladares y luego lo escupió el travesaño. Francia apretaba a los hondureños que, no obstante, resistían todos los ataques y defendían con fe.

Todo el fútbol de los galos salía de las botas de Valbuena. El pequeño jugador del Olympique de Marsella decidía cómo, cuándo y por dónde, además de encargarse de ejecutar todas las jugadas a balón parado. En los primeros 25 minutos los franceses crearon tres ocasiones claras -Matuidi, Griezmann y Benzema-, pero no supieron canjearlas por goles. Los centroamericanos batallaban con el cuchillo entre los dientes y saltaban chispas en cada choque, sobre todo en el centro del campo, donde subía la temperatura ambiental. Así se produjo una tángana entre Pogba y Palacios, que el árbitro resolvió con sendas amarillas. Los de Deschamps dominaban con claridad y abrieron la lata en la recta final de la primera parte, cuando el propio Palacios empujó a Pogba dentro del área y cometió un penalti absurdo que, además, le costó la segunda amonestación y expulsión. Condenó a los suyos a jugar casi 50 minutos en inferioridad numérica. Benzema asumió la responsabilidad y abrió el marcador en Porto Alegre.

Habla la tecnología

Francia encarriló así un duelo que resolvió nada más arrancar la segunda mitad. El delantero madridista recibió un buen pase, su disparo se estrelló en el palo izquierdo y luego rebotó en la espalda de Valladares. No se sabía si había entrado y, por primera vez en el Mundial, se recurrió a la tecnología, que confirmó la validez del tanto. Lo celebró Benzema, pero finalmente se lo dieron al portero y le cargaron el muerto del autogol. A partir de ahí el partido fue un coser y cantar para los hombres de Deschamps, que perdonaron un marcador mucho más abultado. Honduras realizó su primer tiro a puerta en el minuto 68, su autor fue Boniek, y un poco más tarde apareció de nuevo Benzema -elegido como el mejor jugador del encuentro- para firmar el doblete y el certificado de defunción de los hondureños.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios