Nuvolari y la leyenda de Abarth

La prueba cronometrada partía de la capital siciliana de Palermo y finalizaba en Monte Pellegrino; una subida pronunciada con multitud de curvas cerradas. En la parrilla de salida el equipo Squadra Carlo Abarth, con Nuvolari al volante del Abarth 204A, un coche de carreras biplaza con un motor de 1.100 cc. El campeón consiguió la victoria en su categoría y el quinto puesto de la general.

La amistad entre Carlo Abarth y Nuvolari comenzó poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el piloto ya contaba con 55 victorias en el Gran Prix; pilotó para la marca Cisitalia de Piero Dusio, con Carlo Abarth al frente del equipo de carreras. Cuando Dusio vendió sus coches a Abarth antes de emigrar a Argentina, Carlo sabía que podía contar con el apoyo de Nuvolari, quien también asumió el papel de portavoz de sus «kits» de transformación de levas de cambio y silenciadores.

Así, con esa pequeña modificación, los coches para andar por la calle podían aspirar a ganar pruebas. 'Los domingos en el circuito y los lunes en la oficina' rezaba el eslogan de Carlo Abarth, quien combinó la producción de componentes de carreras con el trabajo en el equipo oficial, con victorias en pista y montaña, en cupés y coches deportivos.

Abarth se adjudicó el Campeonato Internacional de Constructores seis veces consecutivas entre 1962 y 1967, con victorias en el Europeo de Marcas de 1972 con Arturo Merzario al volante, más cuatro triunfos en el Campeonato Europeo de Turismos (en 1965, 1966, 1967 y 1969).

La historia de grandes éxitos en rallys continuó en la década de los 70 con el Fiat 131 Abarth con victorias en tres Campeonatos Mundiales de Constructores en 1977, 1978 y 1980, un Campeonato Mundial de Pilotos en 1980 (con Walter Röhrl) y una Copa FIA para pilotos en 1978 (Markku Alen).

Otros triunfos fueron los siete Campeonatos de Europa en rally entre 1975 y 2011 y más recientemente las victorias del Abarth 124 en la Copa FIA R-GT de 2018 y 2019.

Abarth continúa, por un lado con el 124 rally participando en el ERC 2020, y también figura como socio técnico en Campeonato italiano y alemán de F4. Para la marca, la competición es el mejor campo de pruebas para motores y componentes técnicos. Así, en las condiciones más exigentes es cómo se prepara la futura transferencia de tecnología a modelos de producción en serie para circular por la calle.