El imán en forma de hoja que engaña a los radares de la DGT

El funcionamiento del objeto es muy simple: se pega a la matrícula, de tal modo que tapa varios números o letras, y en caso de un control policial se cae del vehículo con solo accionarlo desde el mando a distancia. ¿Es recomendable? En absoluto. No solo porque circular a más velocidad de la permitida es peligroso para la seguridad del conductor y del resto de usuarios de la vía, sino porque es poco efectivo. Los vehículos también disponen de una matrícula delantera, que en caso de infracción, se leería perfectamente.

Además hay que tener en cuenta la gravedad de esta infracción. La DGT castiga duramente los inhibidores de radares. El conductor que sea sorprendido con esta trampa tendrá una multa de 500 euros y 6 puntos menos en el carné de conducir. Tráfico también castiga los detectores de cinemómetros con la misma cantidad económica y tres puntos menos en el carné.

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