Más de un zurito o de una copa pequeña de vino dará positivo
El Gobierno plantea rebajar esta franja del 0,5 al 0,2 para todos los conductores
La intención del Ministerio del Interior de rebajar la tasa de alcohol al volante deja poco margen de movimientos a aquellos que cogen el coche después de beber. En realidad prácticamente ninguno. Javier Aranceta, doctor en Medicina y Nutrición, advierte que con la revisión de la norma no se deberá beber más que «un zurito o un vaso pequeño de vino» si el conductor no quiere dar positivo. Aunque incluso con estas cantidades puede haber riesgo. «Cada persona tiene una sensibilidad diferente. Hay gente que metaboliza antes el alcohol que otros. Personalmente, si tengo que conducir no me tomaría más que un sorbo de vino por si acaso. Mi recomendación para aquellos que van a conducir es que no beban nada de alcohol», indica.
Hablamos de una sustancia que el organismo absorbe con facilidad, afecta al sistema nervioso central, ralentiza nuestras reacciones y hace que la percepción de la velocidad o de la distancia se vea afectada, cuestiones especialmente peligrosas al volante.
Hay una serie de circunstancias que inciden en el efecto que las bebidas espirituosas tienen sobre cada persona. La primera es la masa muscular y corporal. Cuanto mayor es menos efecto hace la misma cantidad de alcohol y a la inversa. Otro aspecto que influye es si se trata de un bebedor habitual o no. Los primeros metabolizan antes esta sustancia. En último lugar, pero no por ello menos importante, se encuentra el hecho de tener el estómago vacío o lleno. «Comer de forma abundante es algo que influye porque el alcohol se absorbe de forma mucho más lenta y además se le da más tiempo al hígado a eliminarlo», detalla Aranceta.
Este médico y nutricionista es de la opinión de que la rebaja propuesta por Interior de bajar de 0,5 a 0,2 la tasa de alcohol en sangre (0,1 en aire espirado) supone una prohibición encubierta. «Otros países europeos han puesto ya tasas 0,0 pero aquí, por una cuestión política para que parezca que no te lo prohiben del todo, se deja en 0,2», cuenta.
Aranceta recomienda que si una persona va a beber utilice el transporte público para volver a casa. En este sentido reclama más taxis en horario nocturno en ciudades como Bilbao y San Sebastián. Aconseja dejar el coche en casa incluso si se considera que se va a beber poco. La tasa de alcohol en sangre tarda en desaparecer. Con tres cervezas hay que «esperar cuatro horas» para bajar a 0,2. Si lo que se han tomado son combinados, que tienen una mayor graduación alcohólica y potencia de absorción al ir mezcladas con bebidas carbonatadas, nos vamos ya a las «diez horas».
A continuación, las contestaciones a dos preguntas muy comunes entre los conductores.
¿De qué depende el grado de alcoholemia?
La alcoholemia depende de la cantidad de alcohol puro que se haya ingerido y el volumen de bebida alcohólica ingerida, del peso y el género de la persona.
¿Cómo calculo cuánto alcohol he bebido?
El alcohol puro bebido se calcula multiplicando la graduación de la bebida usada (un número seguido del símbolo de grados que aparece en la etiqueta) por la cantidad ingerida (en centímetros cúbicos o mililitros y por 0,8 –densidad del alcohol– dividido por 100).