Las multas de la DGT que no admiten descuentos
El conductor no siempre puede acogerse al 50%
a.m.
Viernes, 16 de diciembre 2022, 00:22
Una de las cosas que más preocupa a los conductores cuando recibe una multa de la DGT es cómo afrontar el pago. Normalmente, casi todos se acogen a la tarifa del 50% de descuento que se ofrece. Incluso aunque consideren que la sanción es injusta, porque al reclamar ya se pierde el descuento.
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No es la única vez que queda inhabilitada la rebaja del 50% en multas de la DGT. También cuando se dan fallos en la identificación del conductor o en multas de extrema gravedad, como en el caso de portar inhibidores de radares en el coche.
Debemos ser cuidadosos en este aspecto si queremos acogernos a la rebaja del 50% que, a grosso modo, se aplica en las sanciones más comunes (velocidad, estacionamiento, tener en vigor el seguro...) por infracciones a la Ley de trafico y Seguridad Vial y de los distintos reglamentos que la desarrollan. Aunque de los más de 3,5 millones de multas que pone la DGT cada año –más del 60%, por exceso de velocidad–, menos del 2% corresponden a fallos en la identificación o negativas.
Las multas sin descuento
- Cuando el titular del vehículo no facilita los datos del conductor:
Si los agentes de tráfico ponen la sanción in situ, esta posibilidad queda descartada. Por ejemplo, que paren a un conductor en un control de alcoholemia y este sea positivo. En cambio, las multas por radares abren la posibilidad a cambiar la identidad del conductor. Siempre las recibe el titular, pero si el radar le ha saltado a otro debe comunicarse a la DGT.
- Instalación de mecanismos que mecanismo que intercedan en las señales de vigilancia:
Llevar en el vehículo mecanismos de detección de radares o cinemómetros, aunque se desactiven, será una infracción grave multada con 500 euros y la pérdida de 3 puntos. Interferir en el radar, 6 puntos.
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- Modificar o eliminar las señales de tráfico:
Tampoco incluye la rebaja del 50%, la multa por retirar, alterar o deteriorar las señales de tráfico, modificar su contenido, o hacerlo de forma que pueda inducir a error. Son 3.000 euros sin posibilidad de descuento.
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