Las carreteras vizcaínas que serán de pago para camiones en 2023
Los peajes comenzarán a funcionar antes de enero en dos de las vías y, paulatinamente, en el resto durante el año que viene
el correo
Jueves, 22 de septiembre 2022, 00:25
El pleno de las Juntas Generales de Bizkaia dio el sí definitivo a la norma foral que permitirá implantar en 2023 un peaje para camiones en 101 kilómetros de cinco carreteras hasta ahora gratuitas. Los arcos «free-flow» para vehículos pesados de más de 3,5 toneladas comenzarán a funcionar «antes de finales de año» en la BI-625, que discurre entre Basauri y Llodio y cruza el puerto de Orduña, y en la N-240, que atraviesa el valle de Arratia y Barazar. Durante 2023, de forma paulatina, se incorporarán la A-8, desde Basurto hasta El Haya; Kanpazar; y el corredor del Txorierri, entre Erletxes y Rontegi.
El objetivo es descongestionar las vías a las que recurren los camiones para reducir los costes de los viajes y trasladar parte del tráfico de mercancías a la AP-68 y la Supersur. Un trasvase que se prevé reducirá los accidentes en un 10%, la contaminación en un 13% y sacará de estas carreteras a más de 4.000 vehículos pesados. El desembolso será de unos 60 millones de euros.
Carreteras vizcaínas con peajes en 2023
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1
N-240: Desde El Gallo hasta la variatne Ubidea. 32,723 kilómetros.
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2
BI-625: Entre Basauri y la muga con Álava. 14,75 kilómetros entre el centro comercial Bilbondo y Llodio.
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3
Corredor del Txorierri: Entre Rontegi y el cruce de Erletxes. 20,18 kilómetros.
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4
N-636 (Kanpazar): Entre Durango y la muga con Gipuzkoa. 14,37 kilómetros.
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5
A-8: Entre Bilbao y la frontera con Cantabria. 19,719 km.
Los peajes para camiones en cinco de las principales arterias de la red viaria de Bizkaia –un total de 101 kilómetros– comienzan a tomar cuerpo. La Diputación ya ha comenzado a desplegar en uno de esos viales todo el entramado tecnológico que posibilitará el cobro a finales de este mismo año del canon. En concreto, los trabajos han arrancado por la BI-625, la carretera que enlaza con Álava desde el nudo de Basauri y que discurre hasta el puerto de Orduña.
Por el momento, la empresa elegida para suministrar toda la infraestructura necesaria ya ha colocado los arcos de control en los principales puntos de acceso al tramo de la BI-625. En total, según fuentes forales, son una docena de pórticos: el primero –o el último, según el sentido de la circulación– está situado junto al cruce de Bilbondo, en Basauri, y el último –o primero– en la muga con Álava en Llodio.
Estos grandes arcos funcionarán bajo un «sistema abierto, con tecnología free flow», que permite abonar el canon sin necesidad de que el vehículo se detenga. Los pórticos están provistos de lectores de matrículas, tanto delanteras como traseras, así como de los equipos necesarios para recoger y procesar los datos de cobro y enviarlos a Interbiak para su procesamiento. Para ello, además de los pórticos, se han instalado banderolas en las entradas/salidas secundarias de la carretera para controlar en todo momento el recorrido que realiza cada vehículo y cobrarle el importe exacto en función de los kilómetros recorridos. «Solo se cobrará el tramo que se utilice», aclaran fuentes forales.
De ahí que será necesario que los camiones cuenten con, o bien un dispositivo embarcado (VIA-T) para el pago telemático o una tarjeta de crédito asociada a la matrícula de su vehículo y registrada en Interbiak –en ningún caso se aceptará el pago en metálico–. La Diputación «realizará los trámites pertinentes» para perseguir a aquellos conductores que no abonen el peaje y se les aplicará en un primer momento un recargo del 20% y, si continúan sin pagar, se les abrirá un expediente sancionador.
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