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Ángel Garraza
Lunes, 29 de abril 2024
El esfuerzo titánico de todos los futbolistas del Mirandés ha llegado con recompensa. Muy merecida. El joven conjunto rojillo ha dado una auténtica lección de madurez. Ha tenido pegada y ha defendido con tremenda solidez para ganar por 0-2 en un estadio complicadísimo como ... es A Malata, donde este curso solo han visto perder un partido a su equipo, la revelación de la categoría. El conjunto de Lisci siguió el camino exhibido ante el Burgos y en la segunda mitad frente al Oviedo para lograr un fenomenal botín que acerca (un poco más) el objetivo de la salvación.
Racing de Ferrol
Cantero, Cubero, Jon, Castro, Moi Delgado (Nacho Sánchez, m. 55); Álex López (Chuca, m. 55), Bernal; Nico Serrano, Héber Pena (Sabin Merino, m. 55) Iker Losada (Manu Justo, m. 78) y Álvaro Giménez.
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Mirandés
Ramón Juan; Juan María (David Vicente, m. 83), Tomeo, Barcia, Gómez; Tachi, Lachuer (Kebe, m. 83), Reina (Luna, m. 73), Carlos Martín (Barbu, m. 73), Gabri y Lautaro (Ilyas Chaira, m. 66).
Goles. 0-1, m. 4: Carlos Martín (penalti); 0-2, m. 47: Lautaro.
Árbitro. El valenciano Ais Reig amonestó con tarjeta amarilla a los locales Álex López (m. 16), Jon García (m. 38) y a los rojillos Juan María (m. 21), Jonathan Gómez (m. 76), Ramón Juan (m. 77) y Gabri (m. 93).
Incidencias. 6.159 espectadores se dieron cita en A Malata. La afición local vio perder a su equipo por segunda vez esta temporada en su terreno de juego.
La principal novedad en el once inicial que puso en liza Lisci fue la incorporación por primera vez en la alineación de Lautaro de León. El delantero uruguayo ocupó la punta en detrimento de La Gumina, que se quedó en el banquillo. Lachuer (dejó destellos de mucha calidad) también estuvo entre los elegidos, lo que propició que Álvaro Sanz no partiese desde el inicio. Ilyas, que volvía tras cumplir sanción federativa por acumulación de tarjetas, esperó igualmente su oportunidad fuera del rectángulo de juego.
Llegó a la cita Jonathan Gómez, que jugó con protección en la cabeza mientras Tachi, esta vez sí, ejerció de central natural por el medio, con Barcia en el perfil diestro y Tomeo, en el izquierdo.
Mejor no pudo empezar el encuentro. Apenas se habían jugado 40 segundos cuando una jugada por el costado diestro entre Juan María, Reina y Carlos Martín, con varios 'caños' incluidos, acabó con el recorte del pichichi mirandesista, que sufrió el agarrón por el cuello de un defensa rival. Ais Reig señaló el punto de penalti, desde el VAR le avisaron, pero no cambió su decisión. Carlos Martín transformó la pena máxima a pesar de que el meta Cantero tocó el balón.
Ese tanto dio confianza a un Mirandés muy solidario, maduro, sabiendo leer a la perfección el partido y con las ideas muy claras para saber qué hacer en cada momento. La experiencia de la que hablaba Lisci en la previa salió a relucir y fue un arma fundamental para adjudicarse los tres puntos.
Empezó el duelo muy metido y concentrado. Recordaba al equipo de las dos últimas semanas. Comprometido, con Carlos y Gabri ayudando y haciendo una magnífica labor defensiva, el bloque se mostraba sólido y amenazante en labores ofensivas.
Tanto que Gabri marcó el que podía haber sido el segundo tanto, pero fue anulado por fuera de juego. Lo era. Posteriormente, el '9' rojillo remató con mucha intención con la zurda y en el minuto 26, Lautaro hizo una sobresaliente jugada y su 'pase de la muerte' no encontró rematador.
Firme y solvente atrás y con peligro arriba. Así se mostraban los de Lisci ante un adversario que tenía que dar un paso hacia delante para intentar equilibrar la balanza. Hasta la media hora de juego, los locales no inquietaron a Ramón Juan. En primer lugar, con un balón centrado al segundo palo que Juan María desvió; con otro remate de cabeza que salió desviado y con un cabezazo de Álex López que tocó en el poste. Antes, el jabato Tomeo conectó con la testa obligando al meta rival a despejar con muchos apuros.
Solo al final del primer tiempo generó algo de peligro el Racing, que fue de menos a más ante un consistente conjunto rojillo, ayer de amarillo.
Si empezó bien el choque, no le fue a la zaga el segundo tiempo. En una contra, Jonathan Gómez centró raso al área, Reina levantó el pie y Lautaro paró el balón para chutar a la escuadra y hacer el segundo.
0-2 con 40 minutos por delante en uno de los estadios más complicados de asaltar esta temporada era el panorama perfecto. Todavía quedaba segunda parte y ya se sabe lo que eso significa en esta categoría. Álvaro Giménez lanzó una pelota en dirección a gol, pero Ramón Juan sacó una mano para abortar la ocasión.
Lautaro sufrió el enésimo golpe (brecha) de un jugador del Mirandés en la cabeza, lo que motivó que se tuviera que poner el gorro que ya se ha convertido en un objeto habitual en un partido del equipo rojillo.
Cristóbal Parralo, técnico local, tenía que ir con todo e introdujo tres sustituciones de golpe. Sabin Merino, Chuca y Nacho Suárez entraron para dar más mordiente en ataque. Los de casa pasaron a dominar el cuero ante un Mirandés que se defendía con intensidad y orden.
Lisci también movió pieza. Hizo que jugara Ilyas en lugar del goleador Lautaro, lo que conllevó que Carlos centrara su posición. Barbu y Luna hicieron lo propio a falta de un cuarto de hora por él y Reina. Tachi avanzó unos metros para jugar de pivote. David Vicente y Kebe también aportaron en los últimos instantes. Se requería un ejercicio de solidez defensiva. Y es lo que ejecutó el Mirandés para llevarse tres puntos importantísimos.
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