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María Ángeles Crespo
Sábado, 12 de abril 2025, 19:07
Después de la travesía por el desierto, que es lo que ha acabado siendo el recorrido de los rojillos por campos ajenos en estas dos ... últimas semanas dado el nulo fruto obtenido, el Mirandés vuelve a sus dominios y está claro que visto cuál es el comportamiento de los de Lisci en el Municipal puede decirse que lo que le toca al equipo es ponerse en modo Anduva, para lo que contará, sin duda, con el apoyo de los suyos en la grada.
La afición quiere ver otra vez a ese equipo valiente y ambicioso, al que nada se le pone por delante y que acaba solventando los compromisos llevando los partidos a su terreno para imponerse, con mayor o menos diferencia en cuanto al número de goles, a todos los rivales que le visitan en este campo que tan complicado está siendo para todos los que lo pisan.
Anduva se está mostrando inexpugnable, y quienes en él se han dado cita durante esta campaña han disfrutado con la inmaculada estadística de los rojillos en casa durante todo este año 2025, en esta segunda vuelta en la que todos los duelos que se han visto desde las gradas han servido para que los de Lisci sumaran de tres en tres, y se hayan hecho con los dieciocho puntos puestos en juego en los seis partidos. Y, lógicamente, eso mismo es lo que pretenden hacer los rojillos en el partido en el que tendrán enfrente a un rival que no va a facilitar la labor a los de Lisci.
El oponente va a ser el histórico Deportivo de la Coruña, el Dépor, que fue el último rival del Mirandés en la primera vuelta y que propició que todos los seguidores mirandesistas se llevaran un inmenso alegrón después de que en Riazor los de Anduva impusieran su ley y consiguieran su mejor resultado de la temporada, ese 0-4, que se recordará durante mucho tiempo.
Ese choque fue en diciembre, y desde ese momento y hasta ahora el conjunto gallego ha mejorado notablemente, está asentado en la mitad de la tabla, y se presenta en Miranda para medirse a los rojillos con la vitola de ser el tercer mejor equipo de la segunda vuelta. En esta exigente Segunda División nadie regala nada y desde luego los pupilos de Óscar Gilsanz no van a ser generosos para con los rojillos. Emplearán sus armas y, sabedores de que el duelo, tal y como ha definido su técnico «será incómodo», intentarán complicar las cosas a los de Lisci .
Con ilusión
Se van a ver las caras dos equipos ilusionados, los visitantes por la buena racha que llevan –acumulan la nada desdeñable cifra de siete partidos sin perder, con dos victorias en las últimas citas–, y los de casa porque sigue el Mirandés metido en la pelea por estar al final de la Liga regular, al menos entre los seis equipos que disputen el 'play off' de ascenso a Primera, que está a siete jornadas vista, y tanto se ansía en Miranda.
Una pelea en la que todos los que están metidos en este momento, a excepción del Huesca habrán jugado antes de que el Mirandés salte al césped de Anduva para medir sus fuerzas ante el Dépor; un equipo que al que en todos los anteriores enfrentamientos el Mirandés ha superado.
Los de Lisci quieren mantener esa racha y, por supuesto, reencontrarse con la victoria para romper la de dos derrotas consecutivas. A su pelea se unirá el empuje de una grada que tampoco escatimará esfuerzos para que el equipo sienta su apoyo incondicional.
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