La presión del Carlos Tartiere como máximo enemigo del Mirandés
Los periodistas que cubren la actualidad del Real Oviedo ven favorito al cuadro local pero «sin margen de error» ante un conjunto rojillo que se enfrenta a un infierno azul
Toni Caballero
Miranda de Ebro
Martes, 17 de junio 2025, 23:46
El mundo futbolístico siempre ha tenido en los intangibles factores que pueden llegar a alterar el desarrollo de un encuentro. La temperatura a la que ... se juegue, el estado anímico de la plantilla o que varios miles de personas entonen cánticos de aliento al unísono o presionen al colegiado, son algunas de las infinitas variantes, sin forma física, que pueden afectar al resultado final del choque. Con este exordio, los periodistas que siguen a diario la actividad del Real Oviedo creen firmemente que el Estadio Carlos Tartiere, con aforo para unas 30.500 personas, puede ser fundamental este sábado contra el Mirandés.
La capital asturiana se prepara para el partido más importante del equipo en las últimas décadas. Sueñan con volver a Primera, como reza el nuevo himno del club compuesto por Melendi, tras pasar por el infierno de Tercera a principios de siglo. Por eso, ahora están cocinando precisamente eso, un infierno azul que meta miedo al conjunto de Miranda.
«Aquí se confía mucho en la atmósfera que se pueda crear y que ese ambiente que pueda pesar en ciertos momentos del partido al Mirandés. Es evidente que el 1-0 es un resultado desfavorable, pero particularmente me gusta el hecho de que el Oviedo tenga que salir a ganar y no a jugar con el marcador porque eso ya le pasó factura contra el Almería en la primera eliminatoria y cerca estuvo de costarle un disgusto», avanza Cali González, profesional de Radio-Asturias SER.
El sentir de los comunicadores, por lo general, se alinea con el de gran parte de la parroquia azulona. Hay confianza plena en su equipo, más aún como local, pero saben que el cuadro de Lisci es peligroso, tiene el colmillo afilado y viajará a tierras ovetenses mucho más descansado tras cinco días de recuperación y entrenos.
«El gol tempranero condicionó mucho el desarrollo del partido, el Oviedo no estuvo bien en el primer tiempo, estuvo algo en el segundo y desperdició un penalti que podía haber cambiado la eliminatoria. En general, la opinión que predomina en Oviedo es que este sábado, en un campo con casi 30.000 personas, el equipo es favorito. Pero sin margen de error. En el momento en el que el Mirandés lograse marcar otro gol, la eliminatoria se complica muchísimo para el Oviedo», advierte Ramón Julio García, compañero de El Comercio y gran conocedor del día a día de los carbayones.
Todo apunta a que los locales quieren contar con el factor emotivo para desequilibrar el choque contra un equipo que, durante toda la temporada, ha dado y regalado motivos futbolísticos para creer. El crecimiento de los de Lisci sobre el césped está lejos de toda duda e incluso con sólo dos jornadas de descanso y repitiendo once titular, fue capaz de ganar a los ovetenses tirando de inteligencia y una veteranía impropia de una plantilla tan inexperimentada.
Asimismo, cabe recordar que los rojillos han dejado algunas de sus mejoras actuaciones del curso en campos con solera, historia y mucho aforo. Todos los seguidores jabatos recuerdan las exhibiciones en El Sardinero, Riazor, La Rosaleda o El Arcángel; y ahora toca revisitar el campo en el que el equipo del ebro registró la temporada más contundente del año, por 4 goles a 1, a mediados de octubre.
Con sangre en el ojo y ganas de vendetta, plantilla y cuerpo técnico se preparan física y mentalmente para asaltar el fortín carbayón. Estas son las semanas que le gustan a Alessio Lisci, las que hacen afición por el fútbol, los grandes escenarios están hechos para los grandes jugadores, y absolutamente nadie duda de que el Mirandés cuenta con varios futbolistas de primera categoría.
«No dudo que más pronto que tarde buena parte de la plantilla del Mirandés se podrá consolidar en Primera División. Ahora veremos si esos jugadores consiguen aguantar la presión del Carlos Tartiere. Si sabe jugar con eso y aguanta ese arreón inicial que se espera del Oviedo, tendrá mucho ganado porque el paso de los minutos haría crecer a los visitantes e impacientarse a los locales», plantea Cali González como posible escenario.
Y es que el tiempo corre a favor de los de Miranda, que podrán hacer varias la dirección de la presión si son capaces de capear el temporal que se prevé de inicio por parte de los asturianos. En sentido contrario, «si el Oviedo consigue igualar esa parte más física del juego del Mirandés, que consigue llevarte al límite en cada acción, tendrá cierta ventaja porque creo que el papel que jugará la afición podrá ser determinante. Ahora bien, si el Mirandés hace un partido completo y consigue afrontar esta vuelta con la personalidad que ya demostró en la ida, el Oviedo las pasará canutas para conseguir el ascenso».
La tensión va en aumento con el paso de los días y encontrará su punto de ebullición en la final del sábado. La enésima prueba física y mental para un Mirandés que no ha dado señales de caída en ningún momento, no muestra grietas de las que dudar y quiere dar un golpe de campeón en el fortín de la calle Isidro Lángara. Si son capaces de adelantarse, el paisaje se llenará de nervios para los locales.
Planteamientos
A priori, el Alessio Lisci volverá a apostar por el mismo once titular que tanto rédito le está dando en las últimas semanas. A lo sumo, podría colarse Juan Gutiérrez, ya recuperado, por un Víctor Parada que, en el partido de ida, protagonizó uno de sus mejores partidos como rojillo. También Roca se postula como alternativa, pero Izeta está en el mejor momento de la temporada.
Enfrente, en Oviedo aseguran que Alemao no llega para ser titular y esta vez será Fede Viñas el que ocupe la punta de ataque.
«No veo a Paunovic repitiendo sistema una vez que en Anduva no salió como se podía esperar. Un Oviedo con cinco defensas no puede permitir que le encuentren tan fácil la espalda como ocurrió en el gol de Reina y por eso creo que arropará más el centro del campo para renunciar a un central», aseguran los ovetenses.
Esperan un Mirandés «muy intenso, llevando cada duelo al límite y superando al Oviedo en muchos minutos del encuentro simplemente por la superioridad numérica en determinadas zonas del campo y por la capacidad de repetir esfuerzos de sus centrocampistas». Por lo demás, el Oviedo, en casa, «está bien y se encuentra cómodo. Siempre ha conseguido marcar en casa. El Tartiere se está preparando para ser una olla a presión», alertan desde Asturias.
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